EL ÁNGEL EXTERMINADOR
Jesús Arellano Torres
¿Cómo es que un disco con un título tan simple como 25 —edad en la que Adele compuso los temas de su tercer álbum— se ha convertido en una semana en el disco más vendido del año, el primero en vender más de medio millón de copias en Reino Unido y más de tres millones en Estados Unidos? Aquí algunas pistas...
Una de las respuestas más lógicas en torno al gran éxito de Adele se encuentra en que al menos tres cuartas partes de la población del planeta —mujeres en su mayoría— se han identificado con lo “real” y “honestas” que resultan sus líricas, al más puro estilo Paquita la del Barrio (su anterior disco, 21, fue un parte aguas entre el índice de población cuyo estatus sentimental va desde el desamor hasta el divorcio que se identificó con temas como “Set Fire To The Rain” o el ya clásico “Someone Like You”).
A diferencia de 21, el álbum 25 reflexiona sobre la reconciliación con el pasado, el desamor desde un punto de vista más maduro, así como el cambio radical en la vida de la artista desde su maternidad —Adele ha declarado en múltiples entrevistas que “Ray of Light”, de Madonna, ha sido el disco que la sacó del writers block sufrido tras el impacto de su anterior disco, así como su fuente de inspiración para buena parte de su nuevo álbum. Otra fuente de inspiración fue la música de Max Martin, ese rey Midas de la música pop que le otorgó a Taylor Swift el mainstream definitivo que tanta falta le hacía con ese álbum-crossover llamado 1989, y con el que terminó componiendo uno de los temas de 25, “Send My Love (To Your New Lover)”, un demo que Adele había comenzado a escribir inicialmente a los 13 años y que en un principio se inspiró en el álbum Frank, de la desaparecida Amy Winehouse, una de sus mayores influencias musicales y una de las principales razones por las que decidió dedicarse a la música.
Otro de los artistas que ayudaron a Adele a salir un poco de su zona de confort fue Bruno Mars, con quien inicialmente tenía las intenciones de componer un tema con un estilo similar al del exitoso “Uptown Funk!”, y que terminó convirtiéndose en una balada dramática titulada “All I Ask”. Además, durante las infructuosas sesiones iniciales, Adele compuso un par de temas con la cantante y compositora Sia Furler, “Alive” y “Bird Set Free”, los cuales al final fueron descartados y terminaron formando parte del próximo disco de la australiana, This Is Acting.
El primer sencillo, la balada “Hello”, que se ha convertido en toda una fuente de inspiración de parodias y memes, irrumpió con un pequeño adelanto de apenas 20 segundos en la televisión británica, llegando a los trending topics de Twitter en minutos y especulando lo que se avecinaba: 25 estaba por llegar más pronto de lo que se esperaba, aunque los pronósticos iniciales auguraban muy buenas ventas, pero con reserva; sin embargo, gracias a sus diversas presentaciones en diversos late night shows, una que otra aparición en la BBC con todo y programa televisivo dedicado a ella, y hasta una presentación en Saturday Night Live, han ayudado notablemente a las millonarias ventas que se han duplicado con el paso de los días, consiguiendo romper récords de ventas establecidos previamente en Estados Unidos por Britney Spears o *NSYNC, ídolos pubertiles de la década del 2000 o, inclusive, el récord de ventas establecido en Reino Unido por Oasis en los noventa. Las cifras finales auguran que 25 termine vendiendo alrededor de cinco millones de copias en su primera semana, con cifras en aumento en el transcurso de las semanas previas a la temporada navideña, siendo un regalo ideal para las señoras solteronas o para l@s amantes de los gatos.
Lo mejor de todo es que la fama no ha permeado en Adele, quien se ha mantenido tan sencilla y sin perder el sentido del humor que tanto la ha caracterizado desde sus inicios —se ha declarado fan incondicional de las Spice Girls y cuando menciona a Britney Spears no la baja de “su diosa”. Quizás es por ello que todo el mundo se identifica con Adele: es una artista sencilla, con un talento innato para invadir a las masas.
