Combinar la danza con su aprendizaje de la carrera de Psicología, llevó a Luisa Fernanda Favela Oviedo, a encontrar en esta disciplina una forma de expresión, así como adquirir mayor confianza en sí misma y concentración.
"Cuando estudiaba la licenciatura de Psicología e ingresé a la danza me di cuenta de todos los beneficios que tenía para los bailarines, fue así que abrí mi página de Instagram Free Soul. Psicología y danza, en la cual comparto datos que pueden llevar a un mejor rendimiento de quien la practica".
Actualmente Luisa Fernanda entrena en la compañía Mexa Empire y forma parte de la compañía Incandescente Teatro Musical de la cual es directora coreográfica, "la danza conlleva muchas cosas, no solo es ir a mover el cuerpo, tiene un trasfondo, tu memoria y tu cuerpo trabajan, es algo emocional y algo físico. Cuando bailamos estamos trabajando emociones, así como nuestro físico, así que si es algo que te gusta hay que practicarlo para adquirir estos beneficios".

Resalta que los niños empiezan a bailar desde muy pequeños y desarrollan habilidades como memoria, concentración y disciplina porque más allá de practicar la danza e ir a clases, tener un horario o vestuario ayuda a crear hábitos que se trasladan a la vida diaria.
Favela Oviedo quien también cuenta con el podcast Free Soul en Spotify, explica que un bailarín tiene que ser muy disciplinado para poder alcanzar su meta y, así como se esfuerza para la danza lo hará en sus actividades cotidianas.
Uno de los grandes beneficios es la concentración que se adquiere y se desarrolla, "al aprender una coreografía se requiere concentración y memoria, así como la agilidad mental lo cual aplica en la escuela y cada día. Incluso la habilidad social es fundamental porque se empieza a socializar con personas que hacen lo mismo que a ti te gusta, se crean lazos. Además ayuda a la autoestima ya que en algún momento te encuentras frente al espejo, frente a los compañeros, o al maestro y ayuda a elevar la autoestima y con ello ser más seguro de sí mismo".
Finalmente Fernanda comenta que todos podemos bailar, "existen terapias que van de la mano con la danza y no necesariamente hay que saber hacerlo para tener un beneficio psicológico. Sin la danza muchas personas no expresaríamos lo que no podemos manifestar. Con la danza, el cuerpo transmite demasiado".