El inodoro único en su tipo, hecho de oro de 18 quilates, fue robado en menos de cinco minutos del Palacio de Blenheim, la enorme mansión campestre inglesa donde nació el líder británico en tiempos de guerra Winston Churchill, en las primeras horas de la madrugada del 14 de septiembre de 2019, dijo un fiscal a los jurados el lunes.
El abogado Julian Christopher dijo en su declaración inicial en el Tribunal de la Corona de Oxford que se trató de una “incursión audaz”. Uno de los tres hombres que están siendo juzgados en el caso del orinal robado estuvo involucrado en el robo y los otros dos ayudaron a vender el botín.
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El inodoro nunca fue recuperado, pero se cree que fue cortado en pedazos y vendido.
La obra satírica, titulada “América” del artista conceptual italiano Maurizio Cattelan, se burlaba de la riqueza excesiva. Pesaba poco más de 215 libras (98 kilogramos) y estaba asegurada por 4,8 millones de libras (6 millones de dólares). El valor del oro en ese momento era de 2,8 millones (3,5 millones de dólares).
La pieza ya había estado expuesta anteriormente en el Museo Guggenheim de Nueva York. El museo había ofrecido la obra al presidente estadounidense Donald Trump durante su primer mandato después de que éste le pidiera prestado un cuadro de Van Gogh.
No fue el típico robo con allanamiento y el botín era precioso: un inodoro que valía más que su peso en oro.
Uno de los acusados, Michael Jones, inspeccionó el palacio dos veces en las semanas previas al robo: una vez antes de que el inodoro se exhibiera en el Palacio de Blenheim y otra de cerca y en persona una vez que se instaló y estuvo completamente funcional como exposición, dijo Christopher. Los visitantes de la exposición podían reservar una cita de tres minutos para usar el baño.
En ambas ocasiones, Jones tomó fotografías de la ventana que luego fue destrozada para entrar al palacio. La segunda vez también tomó fotografías del interior del baño, incluida una foto de la cerradura de la puerta del inodoro.
“No cabe duda de que estaba realizando una operación de reconocimiento para el robo que se iba a producir esa noche”, afirmó Christopher. “Eso sería suficiente para declararlo culpable del primer cargo de robo”.
Pero Jones probablemente también estaba entre el grupo de cinco hombres que irrumpieron en las puertas de madera del palacio antes del amanecer de la mañana siguiente en dos vehículos robados, dijo Christopher. Atravesaron un campo a toda velocidad en una camioneta Isuzu y un VW Golf y se detuvieron en la escalera de entrada, donde destrozaron la ventana que Jones había fotografiado.
Rápidamente, derribaron la puerta del baño y quitaron el trono dorado de las tuberías, dejando agua brotando de las mismas, causando daños considerables al edificio del siglo XVIII, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lleno de valiosos objetos de arte y muebles que atrae a miles de visitantes cada año.
Jones estaba en connivencia con James Sheen, un constructor para el que trabajaba y que participó tanto en el robo como en el intento de vender el oro, dijo Christopher. Sheen, de 40 años, se había declarado anteriormente culpable de robo, conspiración y transferencia de propiedad delictiva.
Sheen luego trabajó para negociar un acuerdo con Fred Doe y Bora Guccuk para cobrar el botín. En una serie de mensajes de texto, se refirió al botín como un "automóvil", pero Christopher dijo que en realidad estaba hablando del oro.
"Me pondré en contacto contigo, tengo algo que te interesa", le dijo Sheen a Doe en un mensaje.
"Puedo venderte ese auto en dos segundos... así que ven a verme mañana", dijo Doe en respuesta.
Doe, de 36 años, y Guccuk, de 41, están acusados de un cargo de conspiración para transferir propiedad criminal.
Todos los acusados se han declarado inocentes.
jk
