Jasper tuvo un duro comienzo en la vida. Cuando era un cachorro y antes de llegar al refugio en donde creció, sufrió abuso por parte de algunos humanos y fue atacado también por una jauría de perros, sin embargo, un matrimonio vio su foto y se enamoró de él, por lo que de inmediato lo adoptaron.
Sin embargo, el pequeño Jasper no entendía que había llegado a un lugar en donde lo único que encontraría sería amor, por lo que seguía aterrado y pasaba los días recluido en el baño de su hogar, que tomó como refugio y lugar seguro. Según relataron sus padres adoptivos a The Dodo, había olvidado cómo ser un perro.
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Entonces la pareja tuvo una idea arriesgada: corrieron al refugio para adoptar un compañero para Jasper del que él no estuviera asustado: eligieron a una pequeña gatita de nombre Jade, y sin duda, fue lo mejor que pudieron haber hecho.
En el momento de la presentación, ambos animales se encontraban un tanto nerviosos, sin embargo, la pequeña Jade, de alma aventurera, comenzó a explorar el terreno y pasearse por encima del perro y a jugar con su cola, y pronto se volvieron mejores amigos.
Siguiendo el ejemplo de la gata, que corría para todos lados y jugaba con las cosas de las que él estaba aterrado, Jasper comenzó poco a poco a salir de su zona de confort y a perder el miedo. De pronto, se convirtió en un lomito juguetón que disfrutaba de correr de un lado a otro de su casa moviendo la cola de felicidad.
Ahora, Jasper y Jade tienen un nuevo hermano, un cachorro de pelaje negro llamado Zulu que sigue a todos lados a Jasper y aprende de él, pues éste ya no le tiene miedo a los demás animales. Sus padres humanos llevan una cuenta de Instagram en donde puedes seguir la historia de las tres mascotas.
cjr
