La familia Castillo Rodea pasó su primera noche en un cuarto que uno de sus vecinos le facilitó temporalmente en la colonia Ignacio Altamirano, en el sur de Monterrey.
Son los afectados en el accidente en el que un camión de volteo avanzó sin frenos en una pendiente y derribó su humilde domicilio: dos pequeños cuartos construidos de bloques, madera y láminas.
En vísperas de la Navidad, la familia enfrenta esta situación con valentía, y sacando fuerzas de donde se pueda.
“Necesitamos echarle para delante, si nos ponemos nosotros, los chiquillos van a estar tristes y más por las fechas que ya vienen. Nos han apoyado, pero sí hace falta poquito más. Muy poco tiempo nos van a prestar, vamos a ver cómo le vamos a hacer para conseguir algo”, dijo.
Hasta ahora los vecinos se han solidarizado, pero falta más apoyo. La señora Mirna Guadalupe Rodea recuerda aquel momento del miércoles en la mañana, mientras preparaba café.
“Yo estaba en la cocina, se escuchó que venía recio un camión, topa en la pared y corro por la niña más chiquita para ayudarlas”, dijo la mamá.
Hubo mucho temor, por una tragedia de mayores proporciones.
“Me dio miedo pensar que era otra cosa más fuerte, pero cuando las vi a todas pues me calmé. Las vi bajando en los escombros, las maderas, pero la niña fue la que recibió más el golpe". agregó.
Alexandra, Marcela y Eimy, de 13, 9 y 5 años, respectivamente, estuvieron hospitalizadas durante algunas horas. Ellas, y otras dos hermanitas que resultaron ilesas, veían la televisión cuando ocurrió la pesadilla.
“Yo estaba en mi cama, les dije a las niñas si íbamos a ver las caricaturas. Nos fuimos a la cama de mi mamá cuando sentimos que toda la pared se cayó hacia nosotras”, mencionó la hija mayor.
Las heridas sanarán, pero seguramente el recuerdo del difícil momento perdurará por mucho tiempo.
Las personas que deseen ayudar a esta familia pueden depositar en la siguiente cuenta de SPIN de las tiendas Oxxo: 4217 4700 2750 1820
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