Ante las críticas que ha recibido México por organismos internacionales en materia de derechos humanos, la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, aseguró que si bien el gobierno acepta las recomendaciones, no comparte "las generalizaciones y los calificativos gratuitos".
Durante su comparecencia ante el Senado, la canciller Ruiz Massieu refrendó el compromiso irrestricto del Estado mexicano para con los derechos humanos y la apertura al escrutinio internacional y a las recomendaciones que se emitan.
Sin embargo, aclaró, las consideraciones de que la tortura en México es generalizada que realizó en particular el relator especial contra la tortura de la ONU, Juan Méndez, no atiende a la realidad que prevalece en México.
"En el caso particular del relator, son bienvenidas sus recomendaciones, lo que no compartimos es el uso de calificativos respecto de una situación generalizada que creemos no es la que prevalece en el país", señaló.
Ante ello, aseveró que nuestro país cuenta con un andamiaje jurídico, así como una institucionalidad muy robusta de protección y promoción de los derechos humanos que promueven la protección efectiva de los derechos humanos.
En días pasados la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un informe preliminar sobre la visita de cinco días a México, donde advierte de un problema estructural de impunidad agravado por la violencia desatada por el crimen organizado.
"La Comisión Interamericana constató en terreno la grave crisis de derechos humanos que vive México, caracterizada por una situación extrema de inseguridad y violencia; graves violaciones, en especial desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y tortura; niveles críticos de impunidad y una atención inadecuada e insuficiente a las víctimas y familiares", señala el informe.