La Asamblea Legislativa pidió a la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi) un informe detallado sobre la situación del servicio de transporte de personas en bicitaxis, mototaxis y carritos eléctricos en la ciudad de México.
La petición, avalada por todas las fracciones partidistas a propuesta del diputado local Rubén Escamilla, incluye la elaboración de un censo para conocer el número de las unidades alternativas de transporte público de ese tipo, para su posterior regularización.
Escamilla recordó que los llamados bicitaxis aparecieron a principios de los años noventa en la capital del país, principalmente en la zona del Centro Histórico, y después se incorporaron otras formas de transporte no convencionales como los llamados mototaxis y los carritos eléctricos, que son carros de golf modificados.
Esas unidades operan principalmente en las delegaciones Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac, Venustiano Carranza y Xochimilco, aunque también se utilizan en zonas limítrofes del estado de México y el Distrito Federal.
El legislador informó que se han originado diversos problemas con el uso de ese transporte como ausencia de tarifas reguladas, lo que genera "un estado discrecional que afecta a los usuarios del servicio".
También impera el "desorden en sus bases, rutas y la invasión de zonas de alta afluencia peatonal, lo que permite señalar la falta de compromisos hacia el sistema de movilidad eficiente, seguro, alternativo y sustentable".
De acuerdo con Escamilla Salinas además se carece de "un sistema de control y de verificación del estado físico y técnico de esos vehículos y la falta de permisos ha creado un clima de irregularidad que permite la existencia de servicios de baja calidad y con riesgos evidentes para los conductores de pasajeros".
Advirtió que la adaptación de esos vehículos, que carecen de normas mínimas de seguridad y de tipo ambiental, aumenta los riesgos de accidentes al circular en calles y avenidas de la ciudad, pues no han sido diseñados para utilizarse en la vía pública.
Reconoció que en las demarcaciones donde más operan esas unidades representa una alternativa laboral, una vez que los sectores empresarial, comercial y agropecuario no generan empleos suficientes.
Para normar el funcionamiento de ese medio alternativo el diputado local urgió a integrar un padrón general con características verídicas confiables que permitan dotar a la Setravi de más y mejores sistemas de información relacionados con la actividad.
El objetivo es dar asesoría jurídica a las organizaciones de bicicletas, motocicletas adaptadas y carritos eléctricos, así como la conservación de una fuente de empleo que garantice el sustento de las familias de quienes han hecho de esa actividad su forma de vida.
Ese instrumento además permitiría otorgar permisos individuales, así como bases y lanzaderas para dar certeza jurídica a los prestadores del servicio y se evitaría que lo proporcionen "bajo el influjo de bebidas alcohólicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas".
El perredista puntualizó que también se busca que la Setravi unifique recorridos para aplicar tarifas únicas e impedir los cobros excesivos, además de hacer revisiones periódicas a las unidades para que reúnan las condiciones mínimas de seguridad y comodidad.