El titular de la Sedesol, José Antonio Meade, firmó con Grupo Bimbo la Declaración Conjunta por un México Incluyente, que compromete a ambos actores a luchar contra los índices de pobreza y garantizar el acceso de los trabajadores de esta empresa a educación, alimentación, vivienda y salud.
Al preguntarle sobre la alianza con una empresa que, para algunas organizaciones sociales, produce alimentos chatarra, Meade aseguró que “Bimbo es una de las empresas agroindustriales más importantes en muchos sentidos.
“Me parece que cuida, además de manera muy adecuada, sus balances nutricionales y que, como en cualquier otro caso y en el de cualquier otro alimento, lo que importa es el balance en los consumos y el equilibrio en la ingesta de los diferentes productos. El hacer equipo con una empresa con este origen, con esta calidad, con esta preocupación, no solamente por el medio ambiente sino por el equilibrio nutricional de sus ingredientes, nos parece a nosotros muy adecuado”.
Por ello, en la declaración conjunta se establece que ambas partes colaborarán para identificar los problemas que existen en la cadena de distribución, producción y comercialización, así como identificar obstáculos de política pública en materia comercial, agropecuaria, sanitaria y de infraestructura.
Meade indicó que la empresa, fundada hace 70 años, y la dependencia se han comprometido a evaluar los índices de pobreza y “a intervenir para superar los mismos umbrales, a reportarnos periódicamente y a dialogar para identificar medidas de políticas públicas que permitan al sector agroindustrial ser más competitivo”.
Ante empleados y funcionarios de Bimbo, Meade resaltó que la dependencia a su cargo ha firmado más de 20 convenios con distintas empresas, a fin de promover la inclusión y un México más justo y próspero.
En otro tema, Meade dijo que la Sedesol y el Seguro Popular “caminarán juntos” en el proyecto de afiliar y otorgar cobertura universal a ocho millones de personas.
Explicó que en Prospera, al principio de la administración, había 11 millones sin Seguro Popular, y el año pasado solo eran seis.
“De los 5.7 millones de adultos mayores en total, 2.2 no tenían Seguro Popular y, por tanto, no tenían acceso a la salud, porque si están en el programa quiere decir que no tienen ni IMSS ni Issste”.
Y de ahí, dijo, sale la cifra de 8 millones que “nos faltan para universalizar las dos poblaciones y son a los que se refería el presidente Peña Nieto”. Se espera, dijo, que haya más recursos para atender a esta población.