Ciudad de México /
Las personalidades creativas de Rojo y Monsiváis eran constantes pero complementarias (el orden riguroso sólo encuentra reposo en el caos y viceversa). Toda una constelación de elementos acercó a Rojo y Monsiváis. Para empezar, ambos tenían el don de la ubicuidad y formaban parte de la llamada Generación de Medio Siglo. Además de compartir influencias y maestros, compartían ideas políticas, causas, valores éticos, intereses culturales, amigos, lecturas, y muchas otras cosas más. Pero, sobre todo, los dos querían ser gatos.