México es un Estado laico. En nuestro país las creencias no eximen a las personas de cumplir la ley ni deberían interferir en el pleno ejercicio de los derechos humanos de todas las personas; además, la intención de hacer uso de la libertad religiosa para justificar la discriminación es inaceptable. La objeción de conciencia no es un derecho y mucho menos es absoluto. Es una excepción, derivada de la libertad de conciencia, que está amparada en la legislación mexicana. Protegerla de la forma en que se acaba de aprobar abre la puerta, indiscutiblemente, a la ya de por sí siempre manifiesta negligencia médica.
La objeción de los derechos
En 2015 el Partido Encuentro Social presentó una iniciativa para agregar a la Ley General de Salud un artículo que incluya la objeción de conciencia para el personal del Sistema Nacional de Salud.
Ciudad de México /