Después de un camino judicial que recorrió por casi un año, este jueves el Consejo General del Ietam determinó que el diputado Armando Zertuche no ejerció violencia política de género contra la entonces presidenta de la mesa directiva del Congreso del Estado, Imelda Sanmiguel.
Fueron diferencias políticas y no violencia de género, resolvieron por unanimidad los consejeros del Instituto Electoral de Tamaulipas, al responder la sentencia del Tribunal Electoral respecto al juicio político ciudadano promovido por la hoy candidata de la alianza Va por México (PAN, PRI, PRD) al Senado.
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En febrero del año pasado, la panista se dijo víctima de violencia política de género por parte del diputado morenista, pero el Ietam sobreseyó el caso al no encontrar elementos. Sanmiguel recurrió al Tribunal Electoral, que, en respuesta, reencauzó el expediente y ordenó un nuevo análisis.
Al resolver el procedimiento especial sancionador, el Ietam reiteró que es inexistente la infracción atribuida al entonces presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, pues solo se trató de un conflicto partidista.
¿Cuál fue la situación?
La denunciante acusó a Zertuche de haberse dirigido de forma amenazante e intimidante a su persona, señalando que sería removida de su cargo como presidenta de la mesa directiva. Y es que el legislador expresó “tenemos capacidad para removerla también a usted”, apuntándole directamente con el dedo índice de la mano derecha.
Ella argumentó que esa conducta tenía la intención y el efecto de dañar su trayectoria e imagen pública, así como descalificarla en el ejercicio del cargo. Además, alegó que el morenista dio entrevistas a los medios de comunicación afirmando que era parcial.
“Del contexto que se puede advertir de los hechos denunciados, se arriba a la conclusión de que no se trata de una conducta sistemática del denunciado, sino de una pugna constante entre dos fracciones antagónicas en el seno del Congreso Local”.
En ese sentido, expuso el dictamen aprobado por el Consejo General, se estima entendible que la crítica del diputado a la labor de ella sea más severa con una persona que milita en un partido antagónico, sin que implique cuestiones de género.
