Hay grandes cambios culturales que se tienen que hacer en México para brindar y garantizar a las niñas, niños y adolescentes (NNA), sus derechos como ciudadanos, consideró Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
Y por ello, destacó, hay que dejar de verlos como objetos de protección, no tratarlos como menores, que la autoridad haga cambios radicales y, que los adultos renuncien al poder sobre ellos.
"El cambio cultural implica que nosotros, como adultos, tenemos que dejar de pensar que tenemos la razón, es decir, los adultos tenemos la experiencia, más años, pero eso no nos da derecho a decidir sobre la vida de los niños.
"Sino que hay que dialogar con ellos, entenderlos, obviamente, aquí hay que cuidar o entender nuestro rol, seguimos siendo padres, maestros, pero el trato que hay que darles es horizontal, y eso no significa como adultos renunciar al privilegio de que sabemos más, de que tenemos poder, y esa visión adulto-céntrica es el desafío", indicó.
Desde esa óptica, un cambio básico es dejar atrás el concepto de menores para dirigirnos a ellos.
"En nuestro cuerpo jurídico tiene más de 90 por ciento el concepto de menores, así, menores, y la forma correcta, en todo caso, sería personas menores de 18 años de edad, porque estás describiendo a una persona", destacó Pérez García.
Otro punto importante que señala es el cambio en cuanto a dejar atrás el verlos como objetos de protección y mirarlos como ciudadanos.
"El concepto de objeto, literal, tienes un teléfono, un mueble, y es un objeto, y a las niñas y los niños los tratamos todavía, culturalmente, como eso, por ello, hay que cambiar la cultura en este sentido", precisó.
El director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México también mencionó que otro de los conceptos a corregir es que el Estado deje de ver a los niños, niñas y adolescentes como personas incapaces.
