Ciudad de México /
Las experiencias de otras ciudades, los estudios y el sentido común nos señalan la necesidad de replantear el rumbo en relación a la planeación del territorio y la gestión del agua en la cuenca. La elaboración de una Constitución para la Ciudad de México es una oportunidad para plasmar de manera explícita que la planeación territorial urbana debe guiar la conservación y la recuperación de las zonas de recarga, de los barrancos, ríos y humedales. La corrección del actual rumbo es pieza fundamental para disminuir nuestra dependencia de sistemas de abastecimiento que son altamente vulnerables, como el sistema Cutzamala, con la finalidad de buscar la sostenibilidad hídrica que permita adaptarnos al cambio climático.
JOS