Este domingo, la migrante guatemalteca, Juana Alonzo Santizo, mejor conocida como Juanita comenzó su camino de gloria para regresar a su casa, luego de que fuera detenida y encarcelada injustamente en Reynosa, Tamaulipas, desde el 2014 acusada de secuestro. Su primera parada fue el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
—Muchos años de sufrimiento pero ya viene lo bueno, ¿no?
—“Ya ocho años encerrada pero aquí ya estamos libres, y estoy feliz. (…) Ya quiero estar con mi familia, pienso en qué voy hacer llegando y ya quiero estar con ellos”, comentó a MILENIO, tras su llegada al AICM.
En el trayecto a lo que será el inicio para recuperar su vida, comenzó a sentir nauseas, mareos y dolor de cabeza, pero con la certeza de que esta vez, la justicia mexicana tocó su puerta y podrá abrazar a sus padres, luego de haber sido detenida por un presunto pollero, quien le prometió llevarla a Estados Unidos junto con otras dos personas.
Al esperar el cruce fronterizo fue torturada por la policía estatal de Reynosa, quien le obligó a firmar una confesión falsa, en un idioma que no entendía, y en la que además se le señalaba su presunta participación con una banda de secuestradores.
Después de casi ocho años tras las rejas en Tamaulipas, este sábado fue liberada tras el llamado de justicia de numerosas organizaciones, entre ellas la ONU, y el mismo presidente López Obrador.
“Pasaron muchas cosas, sentía desesperación y estaba triste, pero esto es gracias a todos los que me ayudaron bastante, demostraron mi inocencia, cuando uno habla otro idioma es más difícil, pero gracias a Dios, ya pasaron los momentos difíciles” dijo previo a tomar el segundo avión que la trasladó a Guatemala, en el compañía del cónsul de la nación.
En punto de las 15:00 horas con cuatro minutos, Juanita aterrizó en su nación, y fue recibida con los brazos abiertos por el embajador del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, Mario Adolfo Búcaro Flores, en el Aeropuerto Internacional La Aurora.
JLMR