De Viesca hacia Ciudad Obregón, a don José Francisco Sosa Espinoza le tocó votar en la casilla instalada en la Central de Autobuses de Torreón. En ese momento se encontraba solo, de paso por la ciudad debido a que su objetivo era abordar otro autobús más.
El espacio acondicionado con solo una urna, fue constantemente higienizado, considerando la portación del cubrebocas y la dotación del gel antibacterial para los electores.
"Ahorita yo no pude votar en Viesca y lo estoy haciendo en la Central, aquí todo está bien y el trato es correcto, de hecho no hay mucha gente y todo está funcionando bien, todo me ha parecido excelente", explicó.
A pesar de la pandemia ocasionada por el covid-19, la jornada se ha desarrollado sin contratiempos en la Central de Autobuses donde se mantiene la presencia de funcionarios del INE, así como observadores ciudadanos que vigilan la contienda.
Para ser una votación para elegir a diputados locales que se desarrolla en medio de la crisis sanitaria, el optimismo se mantuvo en los ciudadanos.
"Y vea ahorita como está todo con la pandemia pero en el pueblo sí estaban votando, salió la gente aunque sí con su debido cubrebocas y su sana distancia; antes de que me subiera al camión estaba viendo ahí pero no tuve chanza, por eso me vine aquí, y ahorita como voy de salida me paro aquí a votar".
Lo mismo se percibió en las casillas instaladas en las escuelas de los barrios, donde doña Martina Rueda de Mena, a sus 79 años y en silla de ruedas, le pidió a su hija que la llevara a votar a su casilla ubicada en la colonia Fidel Velázquez.
Aunque batalló para poder entrar sentada en su silla, la señora dijo que la jornada se desarrolla con calma y las medidas sanitarias así como la atención de los funcionarios de casilla le parecieron excelentes.
"Todo va muy ordenado porque aunque yo no puedo ya caminar mucho, sin embargo este año han sido muy amables, la casilla está muy bonita y bastante organizada".
En la misma casilla algunos ciudadanos decidieron esperar a que las enormes filas se extinguieran porque antes de las nueve de la mañana se vio abarrotada de votantes en espera de sufragar pesar de que doña Martina, luego de tener que pararse de la silla para ingresar, no tardó ni tres minutos en elegir a su candidato y colocar su boleta en la urna.
Fue el caso del señor Aquiles Escobedo quien dijo que las filas en la entrada a la casilla le parecieron desmedidas, por lo cual tendría que volver en otro momento para votar.
Con su periódico en mano avanzó caminando siendo saludado por vecinos. Él precisó que los 34 años que tiene el barrio, los ha vivido junto a su esposa y sus tres hijos, a los cuales no vio a pesar de ser domingo. Sencillamente, siendo todos adultos, no le llamaron para que pichara el menudo porque se fueron, cada quien a su casilla a votar.
EGO