A pocos días de que den inicio las campañas electorales en el estado de Guanajuato, el INE solicitó través de un oficio la restitución de Ernesto Alejandro Prieto Gallardo como dirigente del comité estatal de Morena en la entidad.
Esto mediante el oficio INE/DEPPP/DE/DPPF/7082/2021 tras una sesión extraordinaria del Comité Ejecutivo Estatal de Morena realizada el 21 de marzo, donde se levantó la licencia que se le habría otorgado hace casi tres años cuando rindió protesta como diputado.
“Este documento que está circulando es la respuesta favorable, afirmativa del órgano electoral el cual en pocas palabras legitima el proceso que duró más de un año acerca de si era o no era el presidente del comité estatal que se cierra finalmente con esta resolución mi reincorporación como presidente del comité ejecutivo estatal” comentó en entrevista.
Ante la resolución que pone fin a la disputada que ha mantenido por más un año con la secretaria en funciones de presidenta Alma Alcaraz, el aún diputado local buscará por cuarta ocasión promover ante el congreso la licencia ante su cargo como diputado para asumir el de presidente de partido durante el proceso electoral, simultáneamente buscará ir en la lista como diputado local por la vía plurinominal.
Bajo el supuesto de concretarse la diputación, Prieto Gallardo podrá incorporarse a las funciones de la legislatura en el congreso local, dado que empata justo con el periodo de renovación de la dirigencia estatal, con lo que pasaría la estafeta a su sucesor o sucesora.
”En el hipotético caso de que yo fuera registrado como candidato a diputado de representación proporcional y llegará a quedar para la siguiente legislatura, yo asumiría el 25 de septiembre de 2021 el cargo, para esas fechas van a renovarse las dirigencias estatales, entonces habría una nueva dirigencia estatal, no pasaría lo que pasó en 2018 conmigo” dijo Prieto Gallardo.
Por su parte, Alma Alcaraz se reincorpora a sus funciones como secretaria general del partido, Ernesto Prieto manifestó estar dispuesto a sumar y trabajar de la mano, pues el enemigo es externo.