Ciudad de México /
No debemos visualizar al hada madrina característica de Disney como la musa inspiradora de la literatura infantil. En el caso de la literatura infantil y juvenil, se trata de una figura mucho más transgresora y socarrona de lo que se piensa. La creación que florece en la literatura infantil actual es aventurada y transita en territorios más inexplorados que la llamada literatura para adultos. En esos lugares pueden habitar monstruos que a la larga se vuelven adorables, los fantasmas tienen miedo de los soñadores y se puede jugar con los huesos del abuelo muerto.