Ciudad de México /
La utilización de las cenizas de Barragán para la fabricación de un diamante ha suscitado múltiples críticas que incluyen valoraciones estéticas y artísticas, cuestionamientos morales y religiosos, ataques a instancias gubernamentales y culturales, defensa de la soberanía y patrimonio nacionales, denostación de aspectos mercantilistas, cuestionamientos jurídicos, así como defensa de la voluntad (no expresada), creencias religiosas y gusto austero de Barragán. Las críticas han llegado incluso a excesos retóricos al aseverar que con la lógica de Magid, “… las fosas comunes que se abren a diario en México deberían ser vistas como joyerías” y que su acción transparentó los vacíos de la legalidad mexicana.
JOS