Ciudad de México /
El lenguaje racista del presidente tiene repercusiones. El miedo ha llevado a nuestros migrantes a modificar sus actividades cotidianas afectando su entorno cercano. También, ha tenido eco en poblaciones xenófobas. Un aumento de 10% en grupos de odio y de 20% en crímenes motivados por el racismo, son la prueba de ello. Asimismo, ofensas verbales, agresiones físicas, dificultades en las escuelas de niños y jóvenes, abusos en términos laborales por parte de algunos de los patrones de migrantes y demás incidentes han sido parte de la realidad cotidiana de este año.