Ciudad de México /
La nueva Constitución de la Ciudad de México tiene claro oscuros. Tiene cambios que permitirán atacar algunas de las problemáticas de la ciudad (y la Zona Metropolitana del Valle de México), a la vez que no contribuye a resolver ciertas problemáticas y deja muchas situaciones sin resolver. En especial en términos de una estructura institucional funcional para el desarrollo urbano, procesos de democracia participativa funcionales y cómo abordar el fenómeno urbano en términos metropolitanos. Aún hay mucho por trabajar.
JOS