Actualmente el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) lleva un avance de más del 50 por ciento, tanto a las auditorias de los municipios como del gobierno estatal.
La principal inconsistencia que ha encontrado es el desvío de aplicación de fondos federales, es decir, recursos que están perfectamente etiquetados y son aplicados en conceptos que no corresponden, especialmente obras que no están siendo ejecutadas y cuyos presupuestos son utilizados en otro tipo de gasto.
“Como es un proceso dura hasta agosto; estamos cerrando algunas y cerramos otras, el trabajo sigue en proceso. La observación más consistente en las revisiones de 2017 es el desvío de aplicación de recursos: regularmente las obras con fondos federales tienen que ser aplicadas en localidades con vulnerabilidad o necesidades económicas y a veces son utilizados en lugares que no reúnan los requisitos”, precisó su titular, Fernando Valente Baz Ferreira.
Si al final de la revisión los ayuntamientos no aclaran que dichos recursos fueron reembolsados con dinero propio –detalló- se queda como una observación y puede llegar a una determinación de tipo resarcitorio para que devuelvan el dinero que era para obra.
“En caso de no aplicar los recursos tienen que regresarlos al erario federal”.
Indicó que en términos generales más del 60 por ciento del monto de la cuenta pública del ejercicio 2017 de los municipios será revisado, al igual que de la administración estatal porque ya están más coordinados con la Auditoria Superior de la Federación (ASF).
“En el informe que presentaremos en octubre haremos de conocimiento público todo lo que hacemos con la ASF, quien por separado da seguimiento a las observaciones que hace al estado”.
Como parte del cambio de administraciones municipales –agregó- están llevando a cabo diversas capacitaciones para eficientar el proceso de entrega-recepción, donde tienen entre 7 y 8 puntos que harán del conocimiento de todos los gobiernos municipales.
LC