El agua desbordada del río Tula sorprendió a los habitantes de las zonas aledañas. En cuestión de minutos el agua inundó las viviendas, y por ello no hubo tiempo se sacar nada, causando grandes pérdidas, señala Marcos Hernández Bautista, un hombre originario de Huejutla de Reyes, quien rentaba una vivienda junto con su esposa, Reyna Zúñiga Alpízar, a un lado de la terminal de microbuses de Tula.
Desde hace dos años llegó a Tula, pues su esposa es originaria de una de sus comunidades, Xochitlán de las Flores; juntos rentaron una vivienda en la zona centro de Tula, en una vecindad que tiene entrada por el andador turístico Quetzalcóatl, que colinda con la terminal de microbuses de Tula, ubicada junto al puente 5 de mayo.
Ese lunes 6 se septiembre, a las 11:30 de la noche, el agua del río Tula comenzó a ingresar a su vivienda; los tomó por sorpresa la inundación pues el agua entró con gran rapidez y en cuestión de minutos ya estaba bajo el agua.
"Fue mucha agua, no pudimos hacer nada", refiere su esposa, y es que su vivienda está al fondo de la vecindad, en la parte más baja; "ninguna autoridad ha venido, quizá porque está muy en hondo y no se ve para allá afuera, por eso nadie ha venido", añade ella, con la voz quebrada.
Apenas y pudieron salir junto con su hijo, quién está refugiado en el centro de trabajo de Marcos, luego de que solicitara permiso para que pudiera permanecer ahí en lo que él y su esposa trataban de hacer algo por rescatar sus pertenencias.
La dueña de la vivienda también salió, mientras que otro de sus vecinos también logró escapar, pero se fue para su pueblo. "Nadie sacó nada, todo se perdió, gracias a dios pudimos salir nosotros, las cosas se quedaron ahí abajo, lamentablemente, muy triste".
El agua ingresó por la parte trasera de la vivienda, la que colinda con la barda de la central de microbuses. "Se tronó la pared por el peso del agua, de allá vino y entró por las paredes a la vivienda".
Relata que ya estaban acostados cuando escucharon los gritos de la dueña de la vivienda, "en ese momento me levanté, pero el agua ya brotaba por la pared, por la parte de atrás".
Ahora solicitan apoyo gubernamental, pues perdieron todo. "Que nos ayuden con lo que puedan porque todo se echó a perder, desde ropa hasta electrodomésticos, gracias a dios salimos y estamos vivos, pero perdimos todo".
Ambos recorren la calle, esperando ayuda, apoyándose con vecinos quienes también lo perdieron todo. Esperan el apoyo del gobierno, pues admiten que será difícil levantarse después de una contingencia como la que se vivió.
