Las aguas contaminadas de ríos como el Atoyac o el San Francisco en la zona metropolitana de Puebla no son fuente de propagación del coronavirus tipo 2 del Síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés, Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2).
De acuerdo con los investigadores de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), Benito Corona Vásquez, director académico del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, y Guillermo Baquerizo Araya, académico de Ingeniería Química Ambiental, ante la emergencia sanitaria generada por el coronavirus, es clave que las poblaciones cuenten con disponibilidad de agua limpia; sin embargo, los ríos contaminados no son fuente de propagación del virus.
Corona explicó que el proceso de potabilización del agua establecido por la OMS desactiva cualquier posibilidad de que el virus esté presente en el agua o dentro de las líneas que la conducen.
“Estableciendo que el uso de la concentración de cloro en una dosis establecida inhibe protosuarios. Si las personas no tienen confianza con el sistema de agua potable en las ciudades de México e intentan utilizar productos comerciales como cloro, hay que tener cuidado con otros compuestos químicos añadidos, principalmente si el agua se usa para ingerirla”, comentó el investigador.
Destacó que una alta concentración en el agua de productos como el cloro, puede generar complicaciones a la salud en caso de que se ingiera: “Usualmente, los blanqueadores que se pueden encontrar en un supermercado tienen concentraciones del 3 al 6 por ciento de hipoclorito de sodio, que realmente es lo que el ingrediente activo que nos interesa para desinfectar, pero preocuparía los demás compuestos en la solución”, reveló.
Por su parte, Baquerizo Araya, explicó que no existe alguna posibilidad de propagación del virus por el agua contaminada, por la orina o heces de personas que son desechadas desde casas u hospitales a través de tuberías: “La particularización de gotas al aire que desalojan ríos contaminados, incluso si se bebiera agua de grifo, no propaga el coronavirus; el líquido no es conductor”.
El investigador explicó que, hasta el momento, no hay indicios de gente infectada por coronavirus luego de estar en contacto con agua contaminada o por estar cerca de aguas residuales o por las gotas que pueden arrojar las descargas.
“Ante la pregunta en torno a si una planta de tratamiento puede tratar el covid-19, la respuesta es que, básicamente, sí. Los procesos de desinfección estándar son efectivos. De hecho, los organismos en Estados Unidos se han concentrado más en dar información para la protección del trabajador, en vez de dar lineamientos en los trenes de tratamiento”, explicó.
mpl