La tradición de seguir el viacrucis está estrechamente ligada a la llamada Pasión de Cristo y es uno de los momentos más conmovedores para quienes siguen la fe cristiana, pero más para los niños que estudian el catecismo en la parroquia San Agustín, ubicada en la zona norte de Tampico, y que se preparan para hacer la representación el próximo Domingo de Ramos.
La temperatura del sábado marca 30 grados; el calor característico de la zona es nada para los 54 pequeños (de 265) que fueron seleccionando para hacer la representación de la devoción centrada en los Misterios Dolorosos de Cristo.
El párroco, Jesús Manuel Pérez, mejor conocido como Padre “Chucho”, observa de cerca el último ensayo previo al Viacrucis infantil.

“Es importante saber qué mundo le estamos dejando a nuestros hijos. Hay qué preguntarse, qué hijo le estoy dejando al mundo. El Viacrucis es la prueba más grande de amor que nos da Dios a través del sacrificio de su hijo. Hay qué saber que los niños son los consentidos de Dios”.
El recorrido ha comenzado sobre el patio de la misma casa de oración. La intensidad de los rayos del sol no cesa. Es hora de iniciar la representación... ahí está Mauro Adrián, un niño de apenas diez años, se le nota nervioso pero también con una sonrisa en sus labios.
El primer acto de la representación es el juicio donde Poncio Pilato condena a Jesús, primera estación del calvario. Hay risas entre los personajes que van de los ocho a los doce años, mientras otros toman muy en serio el papel encargado, como los soldados romanos que azotan la espalda a “Jesús” con látigos hechos de estambre y trapo. El calor no da tregua pero por fortuna la ruta a seguir apenas alcanza los 120 metros, suficientes para desarrollar las 14 estaciones.
Después del camino recorrido, el profeta, representado por Mauro, es crucificado mientras su madre María llora su muerte.
Tras 40 minutos el ensayo ha terminado, hay aplausos para todos. El actor principal está contento por la gran oportunidad que la vida le ha dado.

“Representar a Jesús es algo bonito, aunque da un poquito de miedo y dolor, se siente bien porque estás representando a alguien que te dio la vida, porque sin él no hubiéramos estado aquí.
Ser Jesús me hace sentir bien, he estudiado fuera de catecismo aprendiéndome todas las frases. Tengo varios años de experiencia, pues he estado en varios Viacrucis”.
Con voz entrecortada Mauro se siente dichoso por tener la oportunidad de cargar la cruz y sobre todo “porque mis papás están muy felices, se nos hizo un nudo en la garganta cuando supimos que el elegido para representar a Jesús había sido yo”.
El Viacrucis infantil se realizará el próximo domingo 13 de abril y dará comiendo a las 09:00 horas.
SJHN