Para nadie es sencillo “hacer la barba”, mucho menos la propia. Requiere de habilidad y precisión, además de paciencia y conocimiento. Es necesario saber qué imagen quieres proyectar, pero sobre todo cuál se te ve mejor de acuerdo al tipo de rostro y lo tupida que pueda ser tu barba. Por años la barba fue considerada un símbolo de estatus, inteligencia, fuerza y grandeza, incluso había quien no la cortaba nunca en su vida.
Por ello vemos fotos de Moisés, Platón, Aristóteles, Sócrates, Carl Marx y muchos más con largas barbas. En algún momento se suplió la barba por fabricaciones de metal, se trenzaron con finos adornos o las tiñeron de diversos colores. Sin embargo, con el tiempo esto fue pasando de moda y la barba fue más bien relacionada con la vejez, la falta de higiene y cuidado, la rebeldía, el descuido e incluso con la pobreza, tan es así que la gente en situación de calle a menudo es representada de esta forma.
Como todas las modas, vuelve a hacerse presente, pero con grandes diferencias. Aparecieron las barbas perfectamente delineadas, cuidadas, pulcras, no sólo en la gente mayor, sino en los jóvenes, incluso la tendencia a las barbas hipster, por lo que hoy igual puede existir quien le gusta afeitarse todos los días, quien mantiene una pequeña o abundante barba.
Aprendiendo a ser
La importancia que reviste actualmente el cuidado de la barba ha llevado al nacimiento de algunas escuelas, las cuales aprovechan este nicho de mercado, el cual resulta ser muy rentable, porque un gran porcentaje de hombres necesita cuidarse la barba y tanto hombres como mujeres necesitan aprender.
Es así como nace la Academia de Barberos en el Estado de México y la CdMx, con sucursales en Nezahualcóyotl, Los Reyes La Paz, Cuautitlán, Tlalnepantla, Iztapalapa, Ciudad de México, Tacubaya y en Toluca, donde capacitan a hombres, mujeres y jóvenes, desde los 13 años de edad. César Gutiérrez, profesor encargado de la sucursal de Toluca, refiere que la enseñanza es a partir de cero, 20 por ciento de teoría y 80 por ciento práctica, siempre apoyados de un profesor que sigue todo su desarrollo con diversos modelos a quienes deben arreglar la barba y el bigote.
La academia tiene ya tres años de vida y ha capacitado ya a cientos de personas, para su aseo personal o para trabajar en alguna estética o barbería o bien poner su propio negocio. Su capacitación tiene una duración de dos meses, es decir ocho semanas, con seis horas de clase a la semana y un costo total de 6 mil 120 pesos.
Las y los alumnos tienen acceso a todo el material y herramientas para arreglar la barba, lo único que deben llevar es el material desechable, como son guantes, navajas y algún otro implemento. Al finalizar, quienes aprueban el curso reciben un certificado avalado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Resurge su cuidado
El cuidado de la barba, reconoce, es un negocio muy rentable. No tiene muchos años que comenzó nuevamente el prestigio de la barbería, por lo cual hay muchos negocios con agenda llena, donde se ofrecen paquetes especiales, combinados con masajes, tratamientos para la barba yel cutis, para la gente que decide cuidarse, no necesariamente los llamados “metrosexuales”. No hay una edad en la cual se pueda empezar a aprender quiénes son pequeños para hacerse su propia barba o la de alguien más, lo importante es tener la habilidad y el conocimiento para que la persona luzca y le saque provecho a su barba. César Gutiérrez señala que en general son tres tipos de barbas, la shadow que sería una barba sombreada, también existe una barba dutton que es de aproximadamente mes, mes y medio o dos meses y una barba full, la cual tiene un crecimiento de aproximadamente un año a un año y medio o hasta dos años.
En los casos donde no les sale por completo la barba, existen opciones, líquidos que se pueden aplicar para hacer que se llenen los huecos y todos los folículos tengan vello, porque lo de hoy es tener barba, apenas que pinte o la llamada de leñador Gracias a la moda que se impone en los medio de comunicación, en especial en el mundo artístico, donde varias personas famosas aparecen con barba, por lo cual el resto trata de imitarlos.
Pero el tema no queda ahí. No es solo tijera y navaja, poco a poco han surgido máquinas que permiten trazados con mayor precisión, diversas cremas para afeitar y después de este trabajo, así como líquidos para lavar, dar brillo y cuidado a la barba, para poderla peinar y evitar que se abra de las puntas, cuando es muy delgada.
“Hay productos y cremas especiales para afeitar que se utilizan en el cuidado de la barba y un champú para cuidarla, hacerla crecer, quitar la grasa, desenredarla, oscurecerla, igual que el cabello”, indicó.
Sobre todo por quienes les gusta retocarla cada tercer día para que no pierda la forma y mantenerla en el mismo tamaño porque como hay quien en un solo día tienen crecimiento hasta quienes pueden tardar más de una semana en afeitarse, si quieren estar a rape total.
La barba requiere estar alertas en todo momento, sobre todo cuando se toma algún alimento, para mantener la sanidad necesaria, tener en cuenta que el polvo la ensucia, al igual que el sudor, la grasa de la piel, por lo cual diario se debe lavar. Cada quien elige cada cuando arreglarla, dependiendo de su ritmo de crecimiento, pero debe tener en cuenta ya los minutos que dedica a esta acción, ya sea por sí mismo o por una persona especializada en barbería.
“Todo eso se los enseñamos. Somos una academia 100 por ciento capacitada. Los profesores que los atienden están calificados y nos estamos actualizando constantemente para poder brindar un mejor servicio”, señaló. La forma de ubicarlos es muy fácil, a través de sus redes sociales y en la página www.academiadebarberos.com, donde puede elegir la sucursal más cercana a su domicilio, así como los horarios para aprender el arte de hacer la barba.
Resurge su cuidado
Existe una veintena de tipos de barbas. Algunas pueden añadir años, hacer parecer más grande o hacer parecer descuidado o sucio, pero si se cuida bien el estilo puede ser todo lo contrario; reafirmar facciones y ocultar algunos rasgos, dar un toque juvenil o maduro, mostrar formalidad, cuidado y mucha pulcritud.
En internet existen diversas guías para elegir el estilo correcto, algunas de ellas impulsadas por empresas dedicadas a la venta de productos para rasurar y cortar el bigote, quienes recomiendan tomar en cuenta el corte de tu rostro, ya sea cuadrado, circular, ovalado o rectangular. Para los rostros cuadrados está la barba circular, donde ésta y el bigote se unen formando un círculo; la real, donde el bigote está anclado por una franja en la barbilla; la barba de candado que puede ser completa o pequeña. Para los rostros circulares está la Van Dyke, que es una barba de candado completa con el bigote separado; la corta cuadrada con los lados delgados, bien recortados; la Balbo, una barba sin patillas con un bigote recortado y flotante; la de ancla, es decir puntiaguda para delinear la mandíbula y acompañada de bigote.
Para rostros ovalados existe la chevron con un bigote que cubre totalmente el labio superior; la barba de tres días recortada de forma muy precisa para simular que tiene ese tiempo; la tipo herradura con el bigote con extremos largos apuntando hacia abajo; bigote original recortado justo encima del labio superior.
A las caras rectangulares le va la tipo costillas de cordero, con patillas largas que se unen a un bigote; la barba y bigote de pistolero, con patillas acompañadas de un bigote tipo herradura; la franja vertical en la barbilla, que es una línea vertical de vello a través de la barbilla; la estilo franja en la barbilla que va sin bigote y con una barba que rodea la barbilla. Seguramente existen muchos más estilos y hay quienes hacen unos cortes en medio de la barba, las largas y algunas que puedes llegar a inventar, sobre todo cuando hay algún error en el corte y la creatividad debe hacer de las suyas.