No recuerda la edad exacta en la que decidió ser enfermera, lo que sí sabe Juana González Muñoz es que vino a esta vida a servir a los demás. Mamá Juanita, sobrenombre con el que se le conoce, es la responsable legal del albergue Amigos de Juanita y Fernando A.C., que hace 20 años abrió sus puertas para albergar a enfermos crónicos degenerativos en estado de abandono. Esta casa es hogar de 52 pacientes con insuficiencia renal, cáncer, Alzheimer, esclerosis múltiple, síndrome de Down, entre otras enfermedades. Aquí viven sus últimos días y mueren de manera digna.
Son pacientes a los que se les terminaron sus redes de apoyo ni siquiera saben sus nombres reales, son NN (Sin identificar) por lo que las instituciones de salud, el Sistema DIF Nacional, los Hospitales Civiles de Guadalajara o cualquier institución de gobierno los envía a este albergue.
Juana ejerció la enfermería por más de 25 años. Si algo aprendió en los pasillos de un hospital es la vulnerabilidad a la que algunos pacientes se encuentran expuestos. Cuando se jubiló dio vida a este refugio en la colonia Belisario Domínguez; años después se mudaron a la calle Los Ángeles 684 en la colonia Las Conchas, donde residen.
A la entrada se encuentra un comedor amplio en color café, le sigue una cocina a la que tuvieron que poner protecciones para evitar accidentes, cuenta con baños y en la planta baja hay algunos dormitorios. Hombres y mujeres duermen por separado y dependiendo la enfermedad que padezcan. En medio de la casa hay otro pequeño comedor y un sillón donde le gusta sentarse a Francis, una mujer de 100 años que padece cáncer y ninguna de sus hijas quiso hacerse responsable de ella.
Daniel tiene 39 años de edad y hace seis años fue diagnosticado con esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune que afecta el cerebro y la médula espinal. Su padre también la desarrolló y murió.
Antes de llegar a este albergue sentía una tristeza profunda. Su esposa lo abandonó y quedó al cuidado de una tía que no procuraba su estado de salud. Aunque sabe que va a morir, lo acepta. Ya no se siente solo en este albergue.Antes de ser diagnosticado era topógrafo y se dedicaba al comercio informal. En un principio, los doctores le dijeron que solo viviría tres años, pero ya lleva seis. Por su enfermedad se la pasa postrado en cama, no obstante, se muestra contento y tranquilo. No sabe cuánto tiempo más vivirá, pero sabe que el día que eso ocurra será recordado como él quiere.
Juana explica que una vez que el paciente pierde la vida, se le da sepelio y es incinerado. Tienen un espacio en el que siempre serán recordados, un espacio que lleva su nombre, un espacio al que Juana y su equipo pueden rezar o llorar.
En total son 14 especialistas de salud los que atienden a cada uno de los enfermos. Los pacientes reciben cuidados paliativos, con este proceso se logra evitar el sufrimiento emocional y físicamente.
“El primero que sabe que se va a morir es el paciente, pero cuando él sabe que va a morir y que está en un lugar donde no le está ocasionando a nadie problemas, donde no hace falta que tenga dinero; él espera la muerte con dignidad, tranquilo”, finalizó.
Claves
InformaciónEl próximo 2 de octubre, a las 10:00 horas, nueve instituciones, entre ellas la asociación Amigos de Juanita y Fernando A.C., impartirán de manera virtual el Seminario Nacional Cuidados Paliativos en la página Facebook Cuidados Paliativos Trabajo de Todos. Para datos sobre cómo apoyar al albergue en la página de Facebook Amigos de Juanita y Fernando A.C.
SRN