El filósofo de la Universidad de Nueva Inglaterra, David Livingstone Smith, explicó que los líderes autoritarios que llegan al poder porque juegan con el desamparo, deprimen cuando asustan y se presentan como una solución a los problemas, son altamente tóxicos y destructivos para una sociedad.
Durante su participación en el festival de mentes brillantes “Ciudad de las Ideas 2018” que se realiza en el Auditorio Metropolitano de Puebla, el director del Instituto de las Ciencias Cognitivas y Estudios Evolutivos de Nueva Inglaterra explicó que en la actualidad, los regímenes autoritarios están cobrando auge en diferentes países de Europa como Hungría, Polonia y hasta en América como Estados Unidos y Brasil.
“Están ganando las elecciones los elecciones líderes autoritarios. Es un tema muy oportunidad. Hay regímenes autoritarios que están obrando auge. Están ganando fuerza los líderes autoritarios. Platón dio respuesta: esto pasa porque la gente es estúpida, es tonta.
Platón comparó a los políticos con panaderos o con gente que vende comida chatarra en la actualidad, porque engañan nuestro gusto”, expresó.
El especialista en filosofía explicó que los líderes autoritarios manipulan el sentido de la vulnerabilidad y ocupan una estrategia de tres pasos: evocan la depresión, usan la paranoia y se presentan como la salvación.
“Los líderes autoritarios manipulan nuestro sentido de vulnerabilidad. Las elecciones de Estados Unidos fueran ganadas por Donald Trump, quien utilizó un discurso en el que se aprecia su estrategia de tres pasos. En primer lugar, evocó la depresión cuando dijo que su país está en problemas serios porque Estados Unidos ya no tiene victorias; en el paso dos, uso la paranoia cuando dijo que México y otros países de Centroamérica mandan a su gente, a sus criminales, a sus delincuentes y no tenían protección; y en el paso tres, se presentó como el hombre fuerte, el súper hombre, como la salvación”, explicó.
Durante su análisis, Livingstone Smith llamó a estar conscientes de que los líderes autoritarios juegan con el sentido del desamparo, por lo que, se debe estar pendientes para evitar su toxicidad.