La Comisión Nacional de los Derechos Humanos expresó su beneplácito por la aprobación unánime en el Senado de la Ley General para prevenir, investigar y sancionar la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, pues resulta de gran valor para erradicar esta nociva práctica del país, que es incompatible con los derechos humanos.
La decisión de los senadores y diputados obedece a los planteamientos formulados por la CNDH sobre la tortura, que mereció recomendaciones al Estado mexicano, tanto de este organismo nacional como de organismos internacionales y diversas organizaciones de la sociedad civil.
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La Comisión Nacional saludó la decisión senatorial para que en nuestro país no tenga valor judicial la declaración o prueba que resulte de un acto de tortura, abuso o trato cruel o inhumano, como se establece en este precepto legal basado en estándares internacionales.
La prohibición total de la tortura fortalece el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, que depende de la CNDH. Además, la regulación establece la adopción de un programa nacional para eliminar ese delito, así como las sanciones para quien lo cometa, tolere o conozca que se ha cometido, entre otros aspectos.
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Ahora el reto es hacerla efectiva, contar con la profesionalización de los actores en la aplicación de esta ley, designar los recursos suficientes para instrumentar sus contenidos y, sobre todo, de identificarse casos, hacer investigaciones efectivas que eviten la impunidad.
SBG