Después de una semana llena de tensión, llegó el día de la celebración tras consumarse un acuerdo comercial y migratorio con Estados Unidos.
Al llamado del Presidente no solo respondieron gobernadores, senadores y diputados del país, sino la ciudadanía, en especial la comunidad fronteriza.
Cientos de mexicano-americanos llegaron puntuales a la cita, desde lugares tan distintos como San Diego, Los Ángeles y San Francisco. También se congregó gran parte de la población de la ciudad más cercana a EU, Tijuana.
Todos estaban listos para ver a Andrés Manuel López Obrador, como José Pedraza, un hombre de 63 años, quien cinco minutos antes de las dos de la tarde afinaba su guitarra para cantarle al mandatario una composición de su autoría: “Me canso ganso”.
“Me canso ganso, me canso ganso, me canso ganso, dijo López Obrador. El cambio que ahora tenemos nadie se lo imaginaba y la oposición decía sin promesas de campaña”, dice la estrofa que, a capela, cantaba sonriendo.
El sol calaba y él, como los demás, se pegaba a la pared para tener un poco de sombra. En tanto, una mujer que no pudo pasar las vallas, pero que podía observar al mandatario, gritaba “¡arriba López Obrador!”. También traía una pancarta que decía: “Presente AMLO, colonia Morelos. Karim Casillas”.
Las tres horas de pie no importaron. Cuando por la bocinas anunciaron que el mandatario federal arribaba, la gente de los costados izquierdos volteaba a buscarlo al no verlo en el templete. “Viene por allá caminando”, expresó alguien. Después todo fue aplausos.
Mientras el tabasqueño, el canciller Marcelo Ebrard y el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, daban su mensaje respecto a las negociaciones con Estados Unidos, la emoción de los asistentes era tal que desbordaban las vallas.
En algún momento, una de las barreras colocadas en el cruce de Constitución y Benito Juárez, muy cerca de la zona roja de la ciudad, ya no resistió más y la gente empezó a saltarse las medidas de seguridad ante la mirada incrédula de el personal de la ayudantía.
Muchos de los que brincaron la valla eran personas de la tercera edad o quienes sufrieron golpes de calor. Al concluir el mensaje de López Obrador, decenas se acercaron y subieron al templete para tomarse la fotografía del recuerdo.
“Me emociona estar cerca y reunirme con la gente que estuvo aquí, y más que nadar venir a apoyar al Presidente”, expresó Amansio Vilchis, quien tiene más de 39 años viviendo en San José, California, EU.
Dijo coincidir con el discurso del Ejecutivo federal a favor de los connacionales. “Porque todos los que trabajamos somos gente de México, los que hacemos el trabajo pesado”, sostuvo el esposo y padre de seis hijos que nacieron en el vecino país, adonde migró a los 23 años.
Él es nativo del Estado de México y no olvidó traer su bandera mexicana para ondearla cuando hablaba López Obrador.
Y ADEMÁS
LOS ORADORES Y LOS AUSENTES
Los oradores del acto en Tijuana, que duró dos horas, fueron Amalia Tello, en representación de los pueblos indígenas; Carlos Salazar Lomelín, líder del Consejo Coordinador Empresarial (CCE); Arturo Farela, representante de la comunidad evangélica; Alejandro Solalinde, sacerdote defensor de derechos humanos; Francisco Domínguez, presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, y Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores. Solo nueve gobernadores faltaron a la cita: cinco panistas, un priista, el independiente de Jalisco, el interino de Puebla y el morenista de Morelos.