La idea detrás es que las intervenciones públicas, como las inversiones en infraestructura, los cambios en programas y planes de desarrollo urbano y las nuevas regulaciones de uso de suelo y aumentan el valor del suelo en el área, al dar mayor accesibilidad a dicha área, mejorar la productividad, permitir mayores volúmenes de construcción o servicios y, en general, ofrecer una mejor calidad de vida en ese territorio cercano. Este incremento en el valor del suelo –conocido popularmente como plusvalía– no se debe a las acciones del propietario sino al mejoramiento del entorno emprendido por el gobierno.
JOS