Precampañas honestas y sin promesas imposibles de cumplir fue el llamado que hizo el arzobispo Rogelio Cabrera López a los precandidatos que inician su trabajo electoral.
El arzobispo consideró que el proceso deberá ser en bien de los ciudadanos, que son quienes esperan resultados de los candidatos electos.
"Invito a que todos hagamos de estas jornadas de campaña y jornadas electorales un tiempo de mucha serenidad; la gente quiere gobernantes que los amen, que se entreguen por ellos y que cumplan con su deber. "Para mí tiene que ser un tiempo de oración porque la situación del mundo y de nuestro país, y de Nuevo León, exigen responsabilidad de quienes van a asumir por voluntad de la gente un cargo político.
"Yo les pido humildad, respeto entre ellos y sobre todo, que no hagan promesas que será difícil que cumplan. Son tiempos nada fáciles para cumplir promesas".
Pidió además evitar la guerra sucia y mostrar respeto entre los contrincantes.
"Siempre el respeto tiene que ser la primera virtud en este tiempo y evitar siempre todo insulto, porque el insulto lleva a otros insultos y no queremos en Nuevo León otra cosa más que escuchar, discernir y elegir", dijo.
A los ciudadanos aconsejó tener serenidad con los funcionarios y la libertad para elegir lo que más le convenga a su municipio, así como al estado.
Respecto a los retos que enfrenta Nuevo León y que deberán asumir los nuevos gobernantes, destacó los temas de seguridad, empleo, vivienda y transporte público.
"Lo principal es que siga habiendo empleo para la gente, el tema de la educación pública, que llegue a todos los jóvenes y a todos los niños, jóvenes, escuela de calidad con la participación de los padres de familia y asegurar la vivienda, la oportunidad de vivienda y el transporte público", indicó.
El arzobispo declaró lo anterior al concluir una misa por su cumpleaños número 64, en la Basílica de La Purísima Concepción, en donde además entregó la sotana a 27 seminaristas.