El presiente electo, Andrés Manuel López Obrador, se reunió con integrantes de su próximo gabinete para analizar el conflicto migrante que se vive en la frontera norte del país.
Al término del encuentro, el próximo canciller mexicano Marcelo Ebrard Casaubón, hizo un llamado al “diálogo, respeto a la ley y prudencia”.
Aseguró que la solución al problema de migración estará en las iniciativas de desarrollo que se implementa el próximo gobierno, que buscarán que las personas no tengan que migrar de sus lugares de origen por falta de oportunidades, además de cambiar la “restrictiva” política migratoria mexicana.
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“Lo que buscaremos, es que pueda haber respeto a los derechos humanos, respeto a las causas legítimas pero también respeto a las normas”, dijo.
Olga Sánchez Cordero, próxima titular de la Secretaría de Gobernación se dijo preocupada por una posible vulneración de los derechos humanos de los migrantes y aclaró que en territorio mexicano, ser migrante indocumentado es una falta administrativa, no penal.
“En nuestro país no son criminalizados; simplemente tienen un estatus de inmigrantes y eso es una falta administrativa y no es una falta penal entonces debemos de verlo desde el punto de vista humanitario”, aclaró.
Asimismo, Alfonso Durazo, próximo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, hizo llamado a las autoridades de distintos países a conducirse en un marco de prudencia “de tal manera que podamos reconducir los problemas que hoy plantea para todos la caravana migrante”.
“No podemos promover provocaciones y caer en provocaciones. Tenemos que asumir desde una perspectiva humanitaria el problema migratorio”.
Mientras que, Alejandro Encinas, próximo subsecretario de Derechos Humanos, hizo votos porque el conflicto migrante en nuestro país se resuelva antes de que termine esta administración, pues seguro “afecta la relación con los Estados Unidos y por eso hay que resolverlo de inmediato y no dejar que pasen los días”.
alec
