A casi un año de la desaparición de Dulce Jimena Reyes Rodríguez, su última víctima, el asesino serial Filiberto Hernández Martínez fue transferido del penal de Ciudad Valles a uno de máxima seguridad, al ser considerado un reo peligroso.
Filiberto es el caso más reciente y conocido de un feminicida en la Zona Huasteca y en general en San Luis Potosí y la lista de homicidios es de seis, al menos en territorio potosino porque este psicópata vivió muchos años en otros estados del país, como Coahuila y Chihuahua.
Hace dos semanas fue llevado del penal ubicado en la carretera Valles – Mante a la capital potosina donde en avión y bajo fuertes medidas de seguridad fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social número 14 en Gómez Palacio, Durango.
El presunto multihomicida detenido a principios de julio del 2014, entonces tenía 43 años, confesó la muerte de cuatro menores y una joven, todas del municipio de Tamuín, donde vivía.
Desde entonces se encuentra preso y se le siguen los procesos por la muerte de Rosa María Sánchez González quien tenía 15 años cuando desapareció el 29 de octubre del 2010; Adriana Martínez Campuzano, de 13 años, desaparecida el 24 de mayo del 2011; Itzel Romany Castillo Torres de 12 años, de la que no se sabía desde el 24 de enero del 2013, así como Dulce Jimena Reyes Rodríguez, de 9 años, a quien vieron por última vez el 11 de abril del 2014 y Heliehoenai Chávez Rivera, de 32 años, desaparecida desde el 6 de mayo. Con ésta última tuvo una relación sentimental pero ella la había terminado.
Filiberto confesó que las violó, estranguló y después aventó entre el monte y cañaverales muy cerca de la zona urbana de Tamuín. Aún no recibe sentencia por todos los casos que se le atribuyen.
