El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, dijo que el problema de tráfico de órganos "no es tan grave en México y no quieren que crezca".
Así lo expresó al término de la firma de Convenios General y Específico de Colaboración entre la Procuraduría General de la República (PGR) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
-Procurador, también quisiera preguntarle en el contexto de la detención ayer de un sobrino de Enrique Plancarte (Manuel Plancarte Gaspar) en Michoacán, un presunto Templario que está relacionado con el tráfico de órganos. ¿En el país se están indagando este tipo de tráfico, concretamente hay cifras, hay lugares donde se esté realizando este tipo de investigaciones?
-Su pregunta es la mejor respuesta a lo que hace rato me preguntó, eso es lo que necesitamos tener claro y a la mente, se está haciendo, pero se puede hacer mucho mejor cuando tengamos capacitados.
-¿Qué tan grave es el problema de tráfico de órganos concretamente en México?
- No es tan grave en México, pero no queremos que sea más grave. No queremos que crezca.
Por su parte, en una entrevista radiofónica, Alfredo Castillo, comisionado federal de seguridad en Michoacán, aseguró que Manuel Plancarte Gaspar, sobrino de uno de los líderes de Los Caballeros Templarios -quien ya fue detenido- declaró que extraían órganos a niños.
"Por las declaraciones se ve que efectivamente se estaba haciendo la extracción de órganos, sin saber si se realizaba para el tráfico o un fin distinto (...) El hecho tal cual es niños a los que le estaban extrayendo los órganos", manifestó.
Comentó que Manuel Plancarte Gaspar declaró de qué forma se llevaba a cabo la extracción y porque lo hacían, cuando sólo se le estaba cuestionando sobre el tráfico de drogas de dicha organización delictiva.
"El tema iba por el tráfico de drogas, la organización con templarios y vínculos con relaciones con otros sujetos (...) No considerábamos que iba a salir esto; él empieza a platicar por qué lo hacía, de qué forma.".
El comisionado detalló que hay versiones de otras personas que aseguran que el extinto capo Nazario Moreno González, El Chayo, utilizaba corazones humanos como rito de iniciación en el que obligaba a otros a comérselo.
"Declaraciones de personas que dicen que Nazario Moreno llegó a decirle a personas ahí, por iniciación, formar parte o ritual en el momento, hoy vamos a comer el corazón de una persona. Y que se los obligaban a comer", manifestó.
