El caso de José Rangel, el joven que murió baleado a manos de elementos de la Gendarmería Nacional en la playa Miramar se encuentra estancado; la PGR sigue investigando pero hasta el momento nadie ha sido detenido.
La muerte del taxista Jesús Manuel López provocada también por un Policía Federal que conducía una camioneta de la citada corporación causó consternación entra la zona sur del estado de Tamaulipas.
El trabajador del volante se convirtió en la segunda víctima inocente que muere a manos de la Gendarmería Nacional en la zona.
El pasado mes de agosto, José Rangel, trabajador de una empresa naviera que labora para Petróleos Mexicanos, fue abatido por elementos de la Gendarmería, su error fue no haberse detenido ante la orden de un oficial.
Los hechos acontecieron sobre la avenida Francisco I. Madero, a la altura de la puerta 1 de la refinería con el mismo nombre.
Fueron dos unidades motorizadas las que se acercaron a José Miguel Rangel López de 30 años de edad y con domicilio en la colonia Guadalupe Mainero, el cual conducía una camioneta Cheyenne modelo 89.
El joven sólo intercambió algunas palabras con los oficiales de la Gendarmería, debido a que no se detuvo, los policías accionaron sus armas detrás de él y fue una bala la que hizo blanco en su espalda.
A más de dos meses de lo sucedido, la señora Oralia López señaló que el caso sigue estancado, a su vivienda se presentaron Policías Investigadores de la Procuraduría General de la República.
De acuerdo a lo indicado, los agentes solo le pidieron testigos presenciales de lo ocurrido esa noche para seguir integrando el expediente, pero hasta el momento nadie ha sido detenido, no existe responsable que pague por la muerte de su sobrino.
