El gobierno reforzó el poder naval de la Federación con nuevas embarcaciones y tecnología de última generación para realizar un despliegue de vigilancia sin precedente en las zonas marinas susceptibles de actividades ilícitas por su posición geográfica y diversidad de recursos naturales.
Vidal Soberón Sanz, secretario de Marina, anunció que los objetivos son combatir la pesca ilegal, impulsar programas de desarrollo ambiental sustentable, efectuar labores de búsqueda y auxilio, y proteger especies en peligro de extinción como la "vaquita marina" en apoyo al Programa de Atención Integral al Alto Golfo de Baja California.
El Almirante dio a conocer la adquisición de 17 embarcaciones tipo Defender FC-33 (dos que operarán en San Felipe), la utilización de sensores y equipo de patrulla marítima, el próximo establecimiento de un sistema de comunicación digital, así como la reclasificación de las estaciones navales de búsqueda y rescate en Estaciones Navales de Búsqueda, Rescate y Vigilancia Marítima.
Ante el presidente Enrique Peña Nieto, dijo que habrá nuevas estaciones navales en el Alto Golfo de Baja California que abarcarán los puertos Libertad, en Sonora; Santa Rosalía y Loreto en Baja California; Topolobampo, Sinaloa.
El programa de vigilancia contempla operaciones en el Mar de Cortés y posteriormente en otras zonas del país.
Además de San Felipe, Baja California, donde se construirán modernas instalaciones del nuevo sector naval.
Expuso que los gobiernos de Campeche, Nayarit, Oaxaca, Sinaloa y Sonora participarán en la ampliación de este proyecto de reforzamiento de la inspección y vigilancia de las áreas naturales protegidas, así como del cumplimiento de la legislación ambiental para prevenir y evitar daños al ecosistema.
El secretario comentó que la adquisición de las 17 embarcaciones Defender deriva de una "alianza estratégica" entre la Armada de México y las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente.
Estos navíos fueron elegidos por su facilidad de manejo y capacidad de desplazamiento de alta velocidad. Su eslora es de 10 metros, manga de tres metros, la velocidad máxima de 60 nudos, capacidad para cuatro tripulantes y autonomía de 463 kilómetros (250 millas náuticas) a velocidad crucero.
Se instalará un sistema integral de comunicación digital que permitirá enlace e intercambio de información en "tiempo real" entre todas las unidades operativas navales y aéreas que participan en las operaciones de vigilancia y su centro de mando y control.
Para estas tareas, la Armada de México cuenta con cuatro aviones y unidades no tripuladas que tienen sensores y equipo de patrulla marítima.
La institución tiene un soporte operativo de 31 patrullas oceánicas, 19 costeras y 71 interceptoras. "Estamos aquí constatando el fortalecimiento del poder naval de la federación", apuntó.
"Hemos implementado un sistema de vigilancia marítima a nivel nacional que permitirá eficientar la protección y preservación de los recursos naturales. Además de incrementar nuestra presencia en aquellas zonas marinas que por su posición geográfica y la gran cantidad de recursos naturales que contienen son susceptibles de ser empleadas para actividades ilícitas o explotación por encima de la ley", agregó.
Soberón Sanz afirmó que la Armada de México continuará salvaguardando la vida humana en el mar y "ejercerá mayor autoridad" en sus litorales, además de que fortalecerá la vigilancia de pesquerías y áreas naturales protegidas.