Tres días después del hallazgo, personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) envío peritos del Servicio Médico Forense (Semefo) para levantar los restos encontrados en el punto conocido como Los Cazahuates, en una fosa clandestina ubicada en la salida poniente del ejido de Carrizalillo.
El hallazgo se registró la tarde del viernes 30 de octubre, cuando un grupo de ejidatarios subieron al punto indicado por Modesto Peña López, presunto integrante de Guerreros Unidos (GU) detenido con nueve elementos de la Policía Federal (PF).
El sábado 31, los pobladores llevaron a un grupo de reporteros para que dieran constancia de los restos y la fosa, ya que el agente del MP que se había comprometido a regresar para hacer el levantamiento y peritaje correspondientes no llegó.
Esperaron el domingo 1 de noviembre, pero el personal especializado de la FGE, así como de la Procuraduría General de la República (PGR) tampoco se presentó, bajo el argumento de la carga de trabajo que se tiene.
Este lunes 2, los pobladores se comunicaron telefónicamente con la agencia del MP de Chilpancingo, ratificando su disposición de conducir a los peritos hasta el punto en que se encuentran los restos humanos.
Pasado el mediodía del lunes, personal del Semefo y de la FGE llegaron a la comunidad de Carrizalillo, hicieron contacto con los representantes del ejido y subieron al punto indicado con antelación.
Recogieron las piezas de huesos reportadas desde el viernes, los lugareños sostiene que corresponden a por lo menos dos personas, aunque aclararon que esperaran a que sean las autoridades las que reporten oficialmente de qué se trata.
Los restos fueron trasladados a Chilpancingo, en donde la semana pasada se inauguró el primer laboratorio de genética que opera en la entidad, precisamente con la intención de colaborar con la identificación de cuerpos sepultados clandestinamente.