Tres sujetos que enfrentaban cargos por más de 10 homicidios, secuestros, delincuencia organizada, y extorsión, además de participar en el asesinato de 26 personas cuyos cadáveres fueron abandonados bajo los Arcos del Notivox en noviembre de 2011, quedaron en libertad por falta de elementos para procesarlos.
El pasado 6 de junio, los tres magistrados de la Sexta Sala de lo Penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, a cargo de Celso Rodríguez González, determinaron revocar la formal prisión a Jacobo Curi Galván, alias El Curi; a Pablo Daniel Yeme Casillas y a Pablo Alonso Yeme Gómez, El Pollote, El Pollón, El Niñote o El Coyote.
Los magistrados determinaron dejarlos en libertad al desestimar las pruebas presentadas por el agente del Ministerio Público, ya que consideró que no había elementos para procesarlos por ningún delito que se les señalaba.
La decisión fue notificada al Juez Octavo de lo Criminal, según consta en el oficio 3146/2016, del expediente 648/2014, del cual Notivox JALISCO tiene una copia.
De los tres, sólo Yeme Gómez continúa recluido en el penal de Puente Grande, ya que tiene en su contra más causas pendientes.
La Fiscalía General del Estado informó que apelará la decisión tomada por los magistrados de la Sexta Sala, ya que a su consideración se violaron los derechos de los ofendidos a los cuales no se les garantiza justicia.
Los tres sujetos fueron detenidos en diciembre del 2014, acusados de pertenecer a una banda de secuestradores.
Yeme Gómez y Yeme Casillas, son hermanos de Francisco Daniel Yeme Gómez, alias El Pacorro, líder de una célula criminal del grupo La Resistencia, vinculada con el multihomicidio de los Arcos del Notivox y con otros 50 asesinatos. También son señalados de participar en los narcobloqueos ocurridos en febrero del 2011.
La entonces Procuraduría de Justicia del Estado de Jalisco, relacionó inicialmente a 16 personas con estos hechos, sin embargo, los nombres de los hermanos Yeme así como de Curi Galván no estaban entre estos, hasta que fueron detenidos hace dos años.
De este caso, sólo un menor de edad ha sido sentenciado a siete años en internamiento definitivo.
