En avanzado estado de descomposición, los cuerpos de dos hombres aparentemente ejecutados fueron encontrados este viernes en un despoblado del municipio de Zuazua.
Sobre uno de los cadáveres, que estaban prácticamente momificados, los homicidas colocaron un cartelón con un mensaje de la delincuencia organizada.
El hallazgo fue reportado alrededor de las 13:00 en una brecha del rancho 'La Granja', a la altura del kilómetro 6.8 de la carretera a Agua Fría.
El punto donde fueron abandonados los cadáveres se localiza a unos 500 metros de la carretera, al sur de la colonia Santa Elena, relativamente cerca de la escuela primaria 'Pablo Neruda'.
Fue un habitante de aquella zona quien visualizó los restos humanos al circular por el camino de terracería a bordo de una camioneta. Al percibir los olores desagradables se acercó a los matorrales y se percató que se trataba de dos cadáveres, por lo que salió de inmediato y dio aviso a las autoridades.
Oficiales de la Policía Municipal acordonaron el área y esperaron la llegada de los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones. Ellos confirmaron que, sobre uno de los cuerpos, los responsables colocaron un cartelón en color blanco, con un 'narcomensaje'.
No se dio a conocer el contenido del mensaje, pero trascendió que iba dirigido al supuesto líder de una célula criminal que opera en aquella región.
Fuentes policiacas dijeron que los restos de ambas personas estaban en descomposición y prácticamente momificados, además de que parte de las extremidades superiores fueron devoradas por los animales de rapiña.
Uno de los fallecidos vestía pantalón de mezclilla color negro y camisa en tono claro. Calzaba tenis tipo botín en colores negro y azul. El otro cuerpo vestía pantalón de mezclilla azul, camisa negra y traía tenis en color negro con suela blanca. Era sobre este donde se halló el cartelón.
A simple vista y debido al deterioro que presentaban los cuerpos, las autoridades investigadoras no pudieron determinar el tipo de lesiones con las que les causaron la muerte.
La Policía se dio a la tarea de revisar las denuncias de personas desaparecidas en aquella zona del estado, en un afán de avanzar en la identificación de las víctimas.
Los restos fueron trasladados al Servicio Médico Forense de Monterrey, donde serían sometidos a un proceso de congelación para posteriormente realizarles los estudios periciales correspondientes.