Elementos de la Secretaría de Marina, en coordinación con la Procuraduría General de la República, detuvieron a Heraclio Osorio Arellanes por el homicidio del agente estadunidense de la patrulla fronteriza, Brian Terry, quien era parte del operativo denominado Rápido y Furioso.
Terry estaba dedicado a interceptar a un grupo de individuos dedicados a cometer robos a mano armada de cargamentos de marihuana en la frontera estadunidense. El agente perdió la vida el 14 de diciembre de 2010 en la zona de Mesquite Seep, en Arizona, delito en el que también participaron otras personas.
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El 2 de diciembre de 2011, Estados Unidos solicitó la detención provisional con fines de extradición de Heraclio Osorio, por lo que el 6 de diciembre, la PGR presentó la solicitud, misma que tocó conocer al Juzgado Decimotercero de Procesos Penales Federales de la Ciudad de México.
Heraclio Osorio fue detenido en los límites de Sinaloa con Chihuahua, por lo que fue trasladado a la jefatura regional de la Policía Federal Ministerial para que, a través de la Secretaría Jurídica y de Asuntos Internacionales de la PGR se realicen los trámites correspondientes para su internamiento a prisión y posterior extradición.
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La captura fue notificada por vía diplomática al gobierno de Estados Unidos a fin de que formalice su petición y para que pueda ser juzgado en aquel país por lo delitos de homicidio, asociación delictuosa, contra la salud, robo y uso de arma de fuego.
En 2011, el entonces secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, negó que el gobierno federal haya sido informado del trasiego de armas a México a través del operativo Rápido y Furioso, pues de haberlo conocido, dijo, nuestro país lo habría impedido y reclamado a Estados Unidos.
Al no ser informadas las autoridades mexicanas, el incidente motivó una investigación de la PGR por el internamiento de armas de manera ilegal por parte de autoridades estadunidenses quienes buscaban dar con el paradero de líderes del Cártel de Sinaloa.
Sin embargo, un agente de la oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés) declaró ante el Congreso de Estados Unidos que la PGR sí fue alertada del trasiego de armas hacia México y que una buena parte del armamento llegó al Cártel de Sinaloa.
ALEC