La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que el maltrato físico contra menores de edad sea leve, moderado o grave y que, tenga por objeto causar cierto grado de dolor o malestar, constituirá un castigo corporal y un trato cruel y degradante.
A través de la Primera Sala la SCJN, también consideró que también cualquier castigo que busque menospreciar, humillar, denigrar, amenazar, asustar o ridiculizar constituirá bajo el mismo sentido.
En la Tesis 1a. XLIX/2020 (10a.) resulta incompatible con la dignidad y los derechos de los menores de edad a su integridad personal y a su sano desarrollo integral.
Por lo que la erradicación del castigo corporal y los tratos crueles y degradantes es una necesidad apremiante en nuestra sociedad, que vincula a no justificar tales conductas como método correctivo o de disciplina para la niñez, en ningún ámbito.
Ante esta situación, evocó, entre otras leyes, el artículo cuarto de la constitución mexicana, el cual reconoce el derecho de la niñez a un sano desarrollo integral.
En consonancia con ello, también la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en su artículo 13, fracciones VII y VIII, dicta los derechos de los menores de edad a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral, así como a vivir una vida libre de violencia y a la integridad personal.
En ese sentido, la Primera Sala advirtió sobre la problemática del castigo corporal y los tratos crueles y degradantes a niñas, niños y adolescentes, particularmente en México, donde históricamente se ha normalizado y aceptado tanto en los ámbitos familiares como de educación y readaptación de la infancia.
Asimismo, sostuvo que ha tenido consecuencias directas en la forma de asimilar la violencia que se vive en este país, por lo que es apremiante la necesidad de erradicación como formas de disciplina.
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