Los cárteles serán destruidos, advierte el congresista Roy Chip

Los cárteles de las droga mexicanos deben de ser declarados como terroristas, son el objetivo y serán destruidos, aseguró el congresista republicano por Texas Roy Chip luego de afirmar que el presidente Donald Trump está listo para concretar esta declaratoria.

A través de su cuenta de Twitter, Chip, promotor de la iniciativa, señaló que esta acción representa un gran avance para reconocer el mal absoluto que perpetran contra los estadunidenses, los mexicanos y hasta los migrantes que buscan una mejor vida.

“Retienen a la gente para pedir un rescate, desmiembran cuerpos, entierran a las víctimas en fosas comunes y se involucran en una guerra abierta a lo largo de nuestra frontera. Suficiente. Estas organizaciones deben ser identificadas como las organizaciones terroristas que son, encontrarlas y destruirlas”, escribió.

Además consideró que la decisión del presidente Trump de realizar las acciones necesarias para designar a los cárteles mexicanos organizaciones terroristas extranjeras es un paso necesario para fortalecer a México y proteger a su frontera y sus ciudadanos.

Chip refirió específicamente la violencia que se mantiene en Reynosa entre el cártel del Golfo y Los Zetas está socavando a los gobiernos mexicano y estadunidense, como resultado de una guerra que mantienen diariamente a través de la frontera por el control operativo.

“Están asesinando al personal de las fuerzas del orden y a funcionarios del gobierno. Están matando familias estadunidenses. Manejan una brutal economía clandestina derivada de negocios con migrantes y narcóticos peligrosos con fines de lucro a través de nuestra frontera sur”, refirió.

El legislador también difundió un artículo publicado en un medio estadunidense en el que se asegura que el fallido operativo en Culiacán para detener a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzman, y la matanza de nueve integrantes de la familia LeBarón no son hechos aislados.

Aseguró que todo es parte de un “narcoestado” manejado por organizaciones criminales, que muchas veces es ignorado desde Washington a pesar de que se tiene más cerca que otros conflictos que atraen la atención de Estados Unidos.