Con 30 kilos menos de los que hace un año y medio pesaba, un capitán marítimo de origen polaco de 64 años salió de una prisión mexicana en la que estuvo injustamente detenido, acusado de narcotráfico.
El capitán Andrzej Lasota fue liberado del penal federal de Tepic, Nayarit, el viernes pasado tras la odisea judicial que comenzó en julio de 2019, cuando reportó a las autoridades mexicanas que en su buque venían costales sospechosos, cuyo contenido resultó ser cocaína.
Como cualquier día de trabajo, Lasota había trasladado un cargamento en el buque granelero UBC SAVANNAH. Salió de Barranquilla, Colombia, rumbo a Altamira, Veracruz, con 16 mil toneladas de coque metalúrgico, un carbón poroso con distintos usos industriales.
Al llegar a México e iniciar la descarga del material, miembros de la tripulación se percataron que en las bodegas había costales sospechosos escondidos entre la grava. Cuando le informaron al capitán Lasota, él ordenó frenar las operaciones y lo reportó al agente consignatario, el interlocutor de puerto entre la embarcación y las autoridades. elementos de la Marina inspeccionaron el cargamento sospechoso y encontraron seis costales en los que había 227 kilos de cocaína.
El ministerio público federal decomisó la embarcación e inició entonces una carpeta de investigación. El 5 de agosto se giraron las órdenes de aprehensión contra todos los miembros de la tripulación: 22 filipinos -que estuvieron un mes detenidos-, el capitán y el primer y segundo oficial del navío -de nacionalidad polaca. El juez solo mantuvo en prisión al capitán, a quien vinculó a proceso como responsable de la carga.
"En específico se les atribuía introducir a territorio nacional sustancias prohibidas por la ley general de salud. En este caso eran 227 kilogramos de cocaína. Efectivamente se descubrieron estos costales al interior de una de las bodegas del barco. Sin embargo, dicho descubrimiento no hace responsable al capitán", dijo en entrevista con MILENIO uno de sus abogados, Gerardo Ostos, abogado penalista especializado en sistema acusatorio y amparo.
El ministerio público buscaba que contra el capitán Lasota se impusiera una pena de 20 años por delitos contra la salud. Para evitarlo, los aseguradores de la embarcación consiguieron a los abogados y comenzó el proceso judicial para liberarlo, con la certeza de que no era responsable del contenido ilícito y lo había reportado en cuanto tuvo conocimiento del mismo, como lo marca la regulación marítima.
En marzo de 2021, año y medio después de haber sido detenido, el capitán fue absuelto. De acuerdo con uno de sus abogados "el Ministerio Publico no cumplió con la carga de la prueba que le correspondía para acreditar la culpabilidad del acusado más allá de toda duda razonable", mientras que la defensa "probó, mediante el testimonio de expertos en consultoría marítima, que el capitán de un barco no es responsable de las operaciones de carga.”
La conclusión de lo ocurrido fue que un tercero, ajeno a la tripulación, fue quien clandestinamente mezcló la droga con la carga para que fuera transportada desde Colombia a México.
Para probar que el capitán no sabía lo que transportaba, la defensa mostró cómo se realizan las operaciones de carga del material, presumiendo que los costales con la droga fueron mezclados con el coque metalúrgico desde el puerto de Barranquilla, Colombia, situación que fue imperceptible al cargar el barco debido al proceso a través de una especie de grúa con la que se recoge y deposita en bodegas la carga.
"Nuestra defensa se basó en demostrar la ausencia de dolo. Ofrecimos a dos expertos en comercio y navegación marítima y manejo de buques para que pudieran ilustrar al tribunal de enjuiciamiento cómo funciona un barco. Por más que el capitán aplicó el plan de protección del buque, fue inevitable que la carga ya contaminada fuera depositada en las bodegas", dijo Ostos.
Así, demostraron que en el aparato que realiza la carga, conocido como almeja, el porcentaje de un costal equivaldría al 1 por ciento del interior de la almeja, la cual no es transparente, por lo que argumentaron que sería imposible ver el contenido sospechoso entre el material que se deposita en las bodegas dentro de la embarcación, que tienen 30 metros de profundidad y que contenían 4 mil toneladas del material, por lo que los costales con 227 kilogramos de cocaína no representarían casi nada de la carga, lo que los hizo imperceptibles.
"La tripulación sí tuvo el acierto necesario para poder verlos cuando los estaban descargando, porque físicamente ya se podían ver, le dio aviso al personal de la embarcación, al capitán y el capitán a las autoridades", explicó otro de sus abogados, Rafael Murillo, abogado especializado en Derecho Marítimo y Comercio Internacional.
Por el tiempo que transcurrió y el curso que tomó la investigación de las autoridades mexicanas, que se centraron en la tripulación y en el capitán del buque, no se siguió la pista para dar con los verdaderos responsables, como según los abogados del capitán Lasota, se pudo haber hecho.
"De haberse permitido que descargaran los costales, y colocado vigilancia en el puerto para ver quién recogía esa carga les hubiera permitido dar con el destinatario final para desmantelar a los cárteles de la delincuencia organizada. El capitán fue una víctima más de la delincuencia", dijo Ostos.
La liberación del capitán fue celebrada por el presidente de su país, su tocayo Andrzej Duda, quien publicó un mensaje al respecto en su cuenta de Twiter “Buenas noticias de México. El capitán Lasota, acusado de contrabando, acaba de ser absuelto de los cargos. Puede dejar el arresto. Estamos trabajando para asegurarnos de que pueda regresar a Polonia lo antes posible. El cónsul estuvo ahí, apoyó al capitán durante todo el proceso”, escribió.
Dobre wieści z Meksyku. Kapitan A. Lasota, którego oskarżono o przemyt, został właśnie oczyszczony z zarzutów. Może opuścić areszt. Działamy, aby jak najszybciej mógł wrócić do Polski. Konsul jest na miejscu, wspierał kapitana podczas całego procesu. Podziękowania dla @MSZ_RP !
— Andrzej Duda (@AndrzejDuda) March 19, 2021
El viernes, el capitán Lasota abandonó el penal de Tepic, pesando 30 kilos menos de lo que pesaba cuando fue detenido. De inmediato se dirigió al aeropuerto y se fue a Polonia, desde donde dice que se dedicará a trabajar con la comunidad marítima internacional "para que esto no vuelva a ocurrir”.
El barco sigue a la deriva
El buque granelero, con bandera de Chipre y propiedad de una empresa noruega sigue en resguardo de las autoridades mexicanas en Altamira, Veracruz.
El abogado, Gerardo Ostos, explicó que el Código Nacional de Procedimientos Penales estipula que al haberse dictado un sentencia absolutoria el decomiso es improcedente y se debe devolver de inmediato. Sin embargo, el juez no lo estableció así en automático, por lo que tendrán que hacer la solicitud correspondiente para lograrlo.
Ostos aseguró que para la empresa naviera, el costo de mantenimiento diario por tener el barco parado en Altamira es de 3 mil dólares diarios por concepto de mantenimiento, más las pérdidas económicas que implica el no estarlo usando.
En este link puedes ver la ubicación del barco
ledz