A Óscar, Olga, Javier y Claudia los distingue su edad, su identidad, su lugar origen, pero comparten que los cuatro viven con una discapacidad y con una familia que los humilla, maltrata, agrede y violenta por el simple hecho de creer que no pueden tener independencia y/o no la merecen, según el resultado del informe sobre Violencia familiar contra personas con discapacidad en México por Human Rights Watch.
Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (ENVIPE) trabajo que realizó con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía de México, revelan que las mujeres son once veces más proclives a ser víctimas de violencia sexual.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) incluye datos sobre violencia familiar contra mujeres pero no incluye las menores de 15 años, salvo cuando son víctimas de violencia sexual. Sin embargo, no recopila datos respecto si las víctimas viven con discapacidad.
En México, no existen datos sobre la violencia contra personas con discapacidad, aportados por instituciones oficiales; son los organismos de la sociedad civil quienes se han dado a la tarea de elaborar informes de la violencia sobre las personas con discapacidad psicosocial e intelectual que están institucionalizadas.
En el 2012, la Organización Mundial de la Salud identificó altas tasas de violencia en la población de personas con discapacidad a nivel global.
A propósito del informe presentado por HRW llamado “Es mejor hacerte invisible” emite recomendaciones a trece organismos del estado mexicano y/o instituciones gubernamentales.
Entre ellas aparece el Congreso de la Unión para modificar y armonizar el Código Nacional de Procedimientos Penales, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la Ley General de Víctimas a fin de asegurar el acceso a la justicia para las personas con discapacidad.
También aparece la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas para que hombres con discapacidad tengan acceso a refugios y al Instituto Nacional de las Mujeres para que brinde atención a mujeres con discapacidad SIN distinción, incluidas las que tienen discapacidad psicosocial y que requieren apoyos más intensos. PrimeroPersona