Cada año el ser humano festeja un nacimiento, el cual ha marcado una nueva era, tanto personal, como social y familiar y desde hace 2022 años celebramos el espíritu navideño, el nacimiento de Jesús, quien transformó al ser humano.
Al entender que el amor permite al hombre evolucionar y así generar paz social que es la chispa, el nacimiento, de cualquier progreso que necesita el hombre para lograr una convivencia que nos permita convivir entre el mismo género humano, veremos que ese es el sentido de la Navidad.
Festejamos el nacimiento de Jesús como un día de amor al prójimo con un espíritu muy amplio, pero también el humano aprovechó para cambiar este festejo por uno comercial, olvidando la realidad, que tenemos más de 65 millones de personas que se quedan con lágrimas y el deseo que ese día puedan tener más de una comida, que es como se han acostumbrado los pobres, al contrario, se quedan con un dolor comprimido porque no pueden compartir el sentimiento que nos enseñó Jesús con su nacimiento.
Estas dos visiones nos marcan, el festejo por el nacimiento de Jesús y la reacción que tenemos la mayoría, que no volteamos a ver una realidad que vivimos, que la pobreza está en crecimiento porque no nos hemos preocupado por combatir este sistema que cada día nos aleja de la filosofía que aprendimos como cristianos de amar al prójimo, Navidad nos debe llevar a reflexionar que el ser humano debe amar a su prójimo, porque amar es resolver los problemas que ningún político ni partido ha logrado acabar para establecer el amor y la paz social.
Sarkis Mikel Jeitani
