Política

Insuficiencia e impunidad: causas de defunción

  • Opinión fundada
  • Insuficiencia e impunidad: causas de defunción
  • Ricardo Corona

María, servidora pública, recibió hace un año la confirmación de que padecía cáncer. El diagnóstico se lo dio un médico privado, debido a la urgencia por las molestias y lo tardado de la cita para una consulta en el hospital público. Sin embargo, el dinero no alcanzó para un tratamiento en hospital privado, así que tuvo que aguantar durante un par de meses para su primera quimioterapia. El cáncer no dio tregua, avanzó y María falleció un año después.

En otra de las tantas realidades paralelas, el cuerpo de Jorge fue encontrado con un disparo en el tórax. Su familia tardó en enterarse de la tragedia y cuando acudieron al Ministerio Público no hubo más respuestas que los trámites para reclamar el cuerpo de su familiar. No hubo más que velarlo y sepultarlo, así, sin saber mayor detalle de qué le pasó a su familiar. Padeciendo la burocracia y la ligereza de comentarios como “fue un daño colateral” o “seguro andaba en malos pasos”.

Esta semana el INEGI presentó la Estadística de Defunciones Registradas (EDR) 2022. Detalla que de 841,318 defunciones registradas el 90% fue por enfermedades y problemas relacionados con la salud, de las cuales las cinco principales causas fueron enfermedades del corazón, diabetes mellitus, tumores malignos, enfermedades del hígado y accidentes. El 10% restante se explica debido a otras causas como el homicidio.

Resultan interesantes esas cifras oficiales. No obstante, el ejemplo de las desafortunadas realidades de María y Jorge comparten como fuente de información el certificado de defunción, el registro de una consecuencia. Quizá lo que la ciudadanía esperaría a estas alturas es contar con información clara, transparente, objetiva y con evidencia de análisis y soluciones que atiendan porqué desde hace varios años muchos mexicanos sufren un insuficiente sistema de salud que impide acceder a quimioterapias, vacunas, consultas, diálisis o estudio. La diferencia entre muerte por enfermedad y muerte por homicidio radica en que la primera se podría tomar como una muerte por causa natural. La segunda, como una muerte por causa voluntaria o involuntaria. La similitud que ambas comparten, la burocracia. Ojalá que no llegue el momento en que la ciudadanía vea que cualquier defunción, incluidos los homicidios voluntarios e involuntarios, sean registrados “por causas naturales” por considerarse que “es natural” que los servicios de salud y justicia no funcionan adecuadamente.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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