No hay más que celebrar los triunfos y la creación de un concepto como Aristemo en la televisión mexicana. Una televisión por muchos años machista y homofóbica, que se encargó de reafirmar estereotipos y enviar información incorrecta a sus espectadores. Una televisión que por mucho tiempo mantuvo a los personajes gays como un tema tabú, que programaba sus historias ficticias o reales en horarios difíciles y una televisión en la que en ciertas producciones aún no se puede hablar de temas gays o incluso decir “homosexual”.
Lo logrado por Juan Osorio y Mi marido tiene más familia es histórico, es un parteaguas en la producción de contenidos audiovisuales en este país, puso a México a la vanguardia al tener dos personajes gays adolescentes como figuras centrales y posteriormente anunciar una serie exclusiva sobre sus historias. Se necesita mucho valor y pensar en positivo, en inclusión. Por supuesto que ese esfuerzo merece un reconocimiento internacional del tamaño de un GLAAD Award a Mejor Serie en Español, gracias a la forma en la que representa a parte de la comunidad LGBT+.
Emilio Osorio y Joaquín Bondoni forman parte de una nueva y joven generación de actores que van por el mundo enviando un mensaje de amor e inclusión. Su trabajo llega a niños y adolescentes que gracias a esos personajes no verán la homosexualidad como un problema y sus familia tampoco. Eso tiene un poder inmenso.