Cultura

¿Señorita, por favor?

  • Fuera de Registro
  • ¿Señorita, por favor?
  • Nicolás Alvarado

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Envueltos en el nacionalismo como en sarape de Saltillo, en los 70 y 80 nos ufanábamos de que en nuestro país se coronara no a una Miss sino a la Señorita México. Con el tiempo, tal título hubo de caer en desuso para dar paso primero a un Nuestra Belleza y después a un Mexicana Universal que habrían de hacerse cargo de la corrección política en el lenguaje pero no de los trasnochados valores de género del certamen, ni de los de la organización Miss Universo del que forma parte. En inglés o en español, distinguir entre mujeres casadas y solteras supone poner en valor sea la virginidad, sea —peor— la disponibilidad sexual.

No soy opositor a los concursos de belleza: disfuto como el que más ver mujeres guapas en traje de baño, y soy consciente de que quienes participan lo hacen de manera voluntaria, en ejercicio de su derecho a recrearse en la belleza de un cuerpo que no es obligación exhibir pero tampoco ocultar. Podrá no ser para todas pero es para algunas. Más difícil es aceptar es que sea requisito para acceder a tal corona ser soltera y no estar embarazada. ¿No hay belleza posible en las que tienen marido (o mujer) o en las que esperan un hijo? Agravante mexicano: la Organización Miss Universo acepta desde hace unos años la participación de mujeres trans (verbigracia la muy hermosa y lúcida Ángela Ponce, Miss España 2018) pero no así su capitulo mexicano, como consta en las declaraciones de su directora, Lupita Jones, quien no sólo les ha prohibido concursar sino que ha negado sean mujeres.

Hoy vuelve a hablarse de Miss Universo en México porque una mexicana se ha hecho con la corona pero también porque Jones, la primera mexicana en ceñirla, contiende con más pena que gloria por una gubernatura. Acaso la oportunidad sea propicia para repensar —que no para condenar en redondo— los concursos de belleza. Espectáculo de masas, plataforma de visibilización de causas, legítima aspiración de una forma de feminidad, existen sin embargo en una suerte de limbo agónico. ¿Hay manera de hacerlos relevantes hoy? (La pregunta no es menor: es también una pregunta por las nociones contemporáneas de género e identidad.)

IG: @nicolasalvaradolector

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.