Este viernes será un día histórico en el combate a la delincuencia organizada en el país, al menos en lo que va del sexenio tanto federal como estatal, pues José Antonio “N”, alias El Marro, será el primer señalado como líder de una organización delictiva en recibir una sentencia luego de un proceso judicial al que fue sujeto tras acciones de la autoridad estatal apoyadas por las autoridades federales.
Y es que en su caso se trata de uno de los objetivos prioritarios para la autoridad y el primero, considerado como cabecilla de un grupo criminal en los últimos tres años en ser sentenciado luego de comprobarse la acción delictiva por la cual se encuentra acusado, sería el primero en ser sentenciado y hasta ahorita el único.
Su captura se derivó de una investigación iniciada por la Fiscalía General del Estado luego de una denuncia por secuestro en perjuicio de una empresaria del municipio de Celaya, Guanajuato, que llevó a la autoridad a una comunidad en el municipio de Juventino Rosas, bastión del grupo delictivo del cual El Marro era fundador en donde ubicaron la casa de seguridad en la que tenían a su víctima.
El secuestro se volvió parte de las actividades ilícitas que realizaba el grupo luego que se endurecieron las acciones contra el robo de combustible, una de las principales actividades delictivas del grupo delictivo, que también se había diversificado al tráfico de drogas en especial sintéticas, cuya característica principal era el color azul con el que estaba teñida la droga.
Llama la atención que el delito por el cual será sentenciado hoy el indiciado no tiene nada que ver con delitos del fuero federal, se dice que está acusado por violación a la Ley Federal de Hidrocarburos, y delitos contra la salud, pero de esos procesos no se sabe avance alguno, judicialización o sentencia próxima.
José Antonio “N” está tras las rejas y a punto de ser sentenciado hoy, luego de una acción de la Fiscalía estatal en el combate a un delito del fuero común como es el de secuestro, además de tener otro proceso abierto por el de tentativa de homicidio contra servidores públicos.
De la acción federal, no se sabe casi nada, al menos no públicamente.
Miguel Ángel Puértolas