Una tormenta en noviembre de 2020 amenazó con desbordar el río Grijalva en Tabasco y provocar una inundación en Villahermosa, en ese momento desde la Presidencia se ordenó que el agua fuera desviada con lo que se afectó a las comunidades indígenas de Nacajuca y Centla.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó que se decidió no inundar la capital Villahermosa. “Desde luego se perjudicó a la gente de Nacajuca, son los chontales, los más pobres, pero teníamos que tomar una decisión, ahora ya estamos aislando allá abajo y donde vive la mayoría de la gente de Tabasco se evitó una inundación mayor”, señaló.
Las afectaciones a esta zona fueron de consideración, y hoy la gente vive con el temor de ser inundada de nuevo, lo que los ha llevado a padecer enormes pérdidas. Se decidió inundar a “los más pobres” para “evitar una inundación mayor”.
Este fin de semana el Presidente decidió no inundar Temacapulín, una comunidad del municipio de Cañadas de Obregón, con menos de 300 habitantes -cuya población es flotante pues muchos emigraron principalmente a los Estados Unidos- que ya tenía una oferta de reubicación, metiendo en una crisis a una población de un millón 700 mil habitantes como es la de la ciudad de León. Fue una decisión, al igual que la primera, eminentemente política con impactos relevantes a la posteridad. Respeto sin duda la defensa que han realizado las comunidades que se habrían visto afectadas con la inundación de sus lugares de residencia, sin embargo no puede prevalecer el interés de las minorías sobre la supervivencia de las mayorías.
Para decirlo en otras palabras, es como si hoy el gobierno hiciera valer el derecho que tiene esa minoría que ha decidido no vacunarse contra el covid-19, para dejar de surtir el biológico necesario a fin de inmunizar a la mayoría de la población.
El tema del agua no es menor, dejarla sin agua suficiente terminará por aniquilar toda actividad humana, por lo que si no es El Zapotillo se requiere un plan emergente para dotar del líquido a esta ciudad de otro modo los cálculos con el buen manejo del líquido dan para tener agua un par de décadas más.
Miguel Ángel Puértolas
